Al menos 19 personas murieron y otras 22 resultaron heridas en Irak cuando un atacante suicida embistió hoy su auto cargado con explosivos contra el portón de una prisión, a unos 20 kilómetros al norte de Bagdad, según funcionarios iraquíes.
"Nuestra patrulla llegó al lugar de la explosión. Había humo y las llamas cubrían el lugar. Vi los cadáveres de cuatro policías sobre el pavimento y restos diseminados", indicó un oficial de policía, y agregó que hay mujeres entre los heridos, junto a siete policías.
Luego del atentado, los guardias de la prisión y la policía dispararon al aire para dispersar a la multitud que se comenzó a agolpar en la entrada de la cárcel.
La policía explicó a la prensa que se temía una segunda explosión y que la confusión reinante facilitara la huida de los presos en lo que es el tercer ataque mortal en una semana.
Los que se oponen al retiro de las tropas invasoras de Estados Unidos, previsto para dentro de un mes, señalan que estos atentados demuestran que Irak no está en condiciones de garantizar un mínimo de seguridad.
