Sin rodeos, la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, salió al cruce ayer de las declaraciones de su par brasileño, Fernando Pimentel, que criticó la actitud argentina en el marco del comercio bilateral y que acusó que el paÃs, para ellos es “un problema permanente”.
En el marco de la presentación de la Expo Industrial Mar del Plata 2012, Giorgi cuestionó los dichos del funcionario brasileño y recalcó, sencillamente, que la realidad "no amerita los comentarios vertidos".
Según especificó la Ministra, la Argentina representa “el 19,5 por ciento del superávit comercial de Brasil en 2011”, detalló que el último año el déficit con el paÃs vecino fue de “5.800 millones de dólares” y que las compras argentinas “crecieron el 23 por ciento respecto 2010”.
“En las relaciones comerciales con Brasil, tanto bilaterales como en el ámbito del Mercosur, siempre hemos seguido las pautas normativas de los tratados regionales y las normas de la Organización Mundial de Comercio”, afirmó.
La funcionaria explicó que “Argentina busca reequilibrar el comercio y la industrialización regional, requiriendo el acceso al mercado brasileño y pidiendo la eliminación de las múltiples barreras para-arancelarias existentes para el ingreso de nuestros productos al paÃs vecino".
"Al mismo tiempo defendemos nuestra producción de la competencia desleal implÃcita en los incentivos a la producción, la exportación y la inversión”, enfatizó.
Giorgi expresó que “de los 30.000 millones de dólares que tiene Brasil de superávit con el mundo, Argentina representa el 19,5 por ciento; las importaciones brasileñas han crecido el 23 por ciento en el último año llegando a los 22.710 millones y más de un 95 por ciento son manufacturas”.
“Buscamos el emparejamiento de un proceso de industrialización que habÃa quedado rezagado, porque antes de 2003 no tenÃamos un modelo, conducido hoy por nuestra presidenta, que hiciera de la industria el eje de la inclusión social”, señaló la funcionaria.
En declaraciones a la prensa, el ministro Pimentel, dijo que “la Argentina ha sido un problema permanente”.
“Tenemos buenas relaciones polÃticas, pero, económicamente, es difÃcil lidiar con ellos”, habÃa criticado.