“Lo más importante en la tele es la producción”


Abre la puerta de su PH de la calle Billinghurst, en el barrio de Palermo, y se dispone a una charla distendida que repasará momentos de su vida, la escuela secundaria, el primer contacto con el teatro, la dirección sobre las tablas, la televisión y su vida dedicada al arte, la actuación y escribir para teatro. Su nombre es Mónica Cabrera, actriz desde hace 35 años, directora durante más de veinte, docente y dueña de un talento peculiar a disposición de la creación de un abanico de unipersonales que ha decidido traer a la región.

Su rostro se hace familiar por su paso por algunas telenovelas y unitarios, como “Malparida” en 2010 y “Tratame bien”, un año antes. Mientras se pone a punto para formar parte del elenco de “La dueña”, que irá por la pantalla de Telefé y que tendrá como protagonista a Mirtha Legrand, se hace tiempo para despuntar una de sus grandes pasiones: el teatro. Hoy a las 21:00 llegará al Banfield Ensamble de Larrea 350, en Lomas, con “El sistema de la víctima”, obra multipremiada que también saldrá a escena el 10 de marzo en el Teatro de las Nobles Bestias (14 de Julio 142, Temperley).

-¿Cuándo descubriste la pasión por el teatro?

-En mi casa todo el mundo leía, escribía, siempre hubo muchos libros en la biblioteca. Lo que más pospuse fue pintar pero luego me quedé en diseñar las escenografías. No sé si me gusta más escribir, actuar, no hay algo que me guste más. En toda esa mezcla no elegí nada pero aparentemente el teatro fue lo que más me atrapó.

-Escritura, actuación, ¿qué aparece primero?

-En la escuela empecé a hacer obras de teatro. A los 17 cuando terminé me fui a lo de Alejandra Boero. Tomé clases, ella tenía ayudantes y empecé a dar clases, fue durante veinte años, desde los 19 años, con responsabilidad parcial, porque Alejandra veía lo que hacíamos. Supe que no tenía la excelencia de la escritura. Empecé a escribir ejercicios y en 1996 comencé a hacerlo francamente. Era a lo que más respeto le tenía; tenía que ser maravilloso.

-¿Recordás cuál fue tu primer trabajo en el teatro?

-En la escuela, a los 16 años, un chico me dio una obra, yo militaba en el Partido Comunista, él era más chico que yo y me dio un libro de Agustín Cuzzani para que lo leyera y lo pudiera dirigir. Hice en conjunto la escenografía, un escenario en la casa de una compañera que tenía un jardín. Fue una experiencia independiente integral. Fue todo muy natural, no lo había hecho nunca. Ninguno era actor ni teníamos teatro en la escuela. Es que el teatro no era popular, como ahora, que hay en las escuelas. A los 18 años tampoco pensé que iba a vivir de eso, aunque fui empleada bancaria nueve años.

-Ahora estás por visitar la zona sur del conurbano…

-Este sábado hago “El sistema de la víctima” en el Banfield Teatro Ensamble, el 10 de marzo estaré con la misma obra en el Nobles Bestias (14 de Julio 142, Temperley), y el 24 de marzo también pero con “Arrabalera”. “El sistema de la víctima” reflexiona sobre un mal que aqueja a la población que es la sensación de ser víctimas. En algún momento nos sentimos víctimas. Son seis mujeres que se enfrentan a diferentes situaciones. Es una producción general de “The Cabrera´s Company”.

-Vas a desembarcar otra vez en la televisión…

-Sí, con “La dueña”. Lo de la tele es una plata que no se puede igualar con la iniciativa independiente. Un unitario es muy difícil de equiparar en cuanto a lo económico. Estamos armando el personaje con (Marcelo) Camaño, él tiene la idea, están sus libros escritos. Hay que encontrar el lenguaje. Una vez que el autor entendió para dónde voy, es más fácil. En el personaje de “Mabel”, una oficinista de la novela “Malparida”, armé el vestuario, de traje, blusas combinadas, una sola cartera, dos pares de zapatos. Así se va armando el espíritu del personaje. Los guionistas tienen muy buenas ideas. Hay un equipo. En la tele, lo más importante es la producción, que decide qué libros, a qué hora, qué actores. Si a mí me llaman para hacer de sirvienta durante diez años es un problema de la producción. Los de casting sí proponen, pero los productores a veces se tragan la ficción ellos mismos.

-¿Por qué elegís hacer unipersonales?

-Hace doce años que empecé a hacer unipersonales. Trabajaba con mucha gente, luego de andar con elencos muy grandes me cansé y opté por el unipersonal. Produce conmigo Ana Bonet, sola no podría.

-Y en esa pasión por escribir teatro editaste un libro…

-“Arrabalera”, “El sistema de las víctimas”, “El club de las bataclanas”, “Limosna de amores” están en el libro. Tengo que hacer un segundo libro con otras tres obras que son “Medea”, “Gente de mala muerte” y “Asesina, asesina”. Estrenaron “Gente de mala muerte” el año pasado. Se hacen mucho, por chicos que presentan para entrar en el IUNA, y demás. Lo del libro fue muy interesante, fue otra cosa que ocurrió. Hay gente que nunca me vio pero que lo lee. Voy a tratar de editar el segundo con Editorial Colihue.



Beto Solas