Frustrado golpe de Estado en Ecuador: liberaron a Correa


Alrededor de mil policías se insubordinaron en Quito desde las siete hora local (las 9 en la Argentina) y tomaron el Regimiento Quito, el mayor de la capital, donde se negaron a dialogar con el presidente Correa, quien se hizo presente en el lugar.

El amotinamiento policial se extendió rápidamente hacia el resto del territorio nacional y existen carreteras y vías obstaculizadas y cierre de algunos aeropuertos, mientras el discurso de Correa no calmó a los insubordinados.

El mandatario, desde una ventana del Regimiento, en un improvisado discurso, se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas, al señalar que no dará marcha atrás en la ley de servicio público, aprobada este martes por la Asamblea Nacional, que retira condecoraciones y bonos a los policías.

“Si quieren matar al presidente, mátenme”, reclamó Correa durante su alocución. La respuesta de los insurrectos fue un ataque con gases lacrimógenos, que generaron malestar y complicaciones en las vías respiratorias de Correa. Es más, tuvo que ser asistido por su seguridad personal, que llegó a colocarle una máscara antigases antes de llevarlo al hospital Metropolitano.

Una vez que ingresó al centro asistencial, se recuperó, pero en cuestión de segundo el predio fue sitiado por insurrectos. Hasta las 23.30 (hora argentina) estuvo sitiado en el centro asistencial, motivo por el que dijo sentirse “secuestrado”. Según explicó su par de Venezuela, Hugo Chávez, estaba secuestrado y su vida estaba en riesgo.

Unas horas más tarde, un grupo de manifestantes que rechazaban las políticas de Correa se metió por la fuerza en el canal de televisión ecuatoriana. Empujaron y rompieron los vidrios del canal, hasta que lograron ingresar y reclamaron una entrevista para dar a conocer su punto de vista.

Mientras tanto, cientos de manifestantes que respaldan a Correa intentaron acercarse al hospital donde estaba alojado el presidente con el objetivo de “rescatarlo”, ya que el gobierno había señalado que estaba sitiado. De todos modos, los insurrectos arremetieron contra los manifestantes y los agredieron. Uno de ellos murió y varios resultaron heridos.

En tanto, la comunidad internacional se movilizó rápidamente y en cuestión de horas se expresó la Organización de los Estados Americanos y la Unasur convocó a una reunión de emergencia. Estados Unidos y la Unión Europea rechazaron el levantamiento, en sintonía con lo expresado por los países de Latinoamérica. Es más, el líder revolucionario Fidel Castro advirtió que por la fortaleza de Correa “el Golpe ya se perdió”.

La tensión, en tanto, signó toda la jornada porque hasta poco antes de la medianoche nadie sabía el verdadero estado de salud del presidente ecuatoriano y los sublevados no tenían intenciones de rendirse y liberarlo. “Salgo como presidente o como cadáver”, sentenció Correa. Fue rescatado a las 23.30 (hora argentina).