Las contradicciones de Dibbern suman incertidumbre al futuro de la reserva


La sorpresa que adujo el ex rector de la Universidad Nacional de La Plata y actual secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Alberto Dibbern, cuando fue consultado por un cronista de Info Región sobre el funcionamiento de basurales y la próxima venta de las tierras de esa casa de estudios en Lomas de Zamora pareció genuina, pero los argumentos del funcionario no tanto, a la luz de las contradicciones que quedan en evidencia no bien se sigue la línea de su argumentación.

Tal como publicó ayer Info Región, el funcionario visitó la Universidad Nacional de Lomas de Zamora la semana pasada, y en ese contexto respondió de pie y a las apuradas las consultas de este medio sobre el conflicto por la tierras, que la universidad platense reclama como propias.

Allí, Dibbern aseguró –luego de confesarse sorprendido por el abordaje periodístico- ya no tenía responsabilidad ni conocimiento sobre las decisiones de la Universidad a la que pertenece.

“Me sorepden con esta pregunta por no se del tema, yo en la Universidad he dejado de ser presidente hacer un tiempo y lo que no imagino es que se pueda vender un predio para una cuestión que pueda ser perjudicial para el medio ambiente. Eso no debe estar en la vocación de ninguna universidad”, aventura, sin dar ninguna precisión más que sus propias especulaciones, como si el territorio político de esa casa de estudios le resultara desconocido.

Sin embargo, a poco de hablar, y bajo la presión de la requisitoria periodística, Dibbern debió admitir luego que no estaba tan ajeno al proceso.

“Conozco la venta pero no sé cuál es el objetivo”, debió contradecirse por primera vez al aceptar que, al menos, dispone de la información sobre la intención de enajenar la reserva natural para, probablemente, transferirla a un privado que, obviamente, les asignará un fin comercial.

Sin embargo, hasta ese momento de la charla el ex presidente de la UNLP argumentaba a favor de la venta al asegurar que nadie puede conocer o condicionar de antemano el destino que los compradores le darán al bien adquirido, una verdad a medias que elude la responsabilidad social de una institución educativa pública.

Pero poco después también contradijo esa afirmación al reconocer que “salió en los diarios que acá está funcionando un basural” y que pueden ser destinadas a una planta de tratamiento de residuos.

Las contradicciones del ex presidente de la Universidad de La Plata ayudan a reforzar la presunción de que el destino del predio de más de 700 hectáreas que esa institución reclama como propio, a pesar de que existen dudas acerca de la legitimidad de los títulos que ostenta, si depende sólo de sus autoridades, estará muy lejos de convertirse en la reserva natural y pulmón verde que esta región del conurbano necesita.

Aún sin el valor suficiente para reconocer públicamente hacia dónde avanza el futuro de estas tierras, surge con fuerza la idea de que pronto, si la sociedad civil y las entidades de Lomas no reaccionan, el espacio verde será sacrificado por las autoridades de la Universidad de La Plata en función de algunos proyectos comerciales, entre los que se cuenta una planta de tratamiento de residuos.

Justamente, para evitarlo, un grupo de alumnos autoconvocados comenzó hace algunos días una campaña, reforzada ayer con nuevas acciones, para concientizar a la población educativa de Lomas y al resto de la sociedad sobre los proyectos de la UNLP, de lo que se informa con precisión en otra nota de esta misma edición digital.