Con fuertes cruces, se reanudó la actividad ordinaria


Las semanas que duró el receso preventivo por el avance de la gripe A les permitió a los concejales de los distintos bloques renovar sus energías tras la desgastante campaña electoral y volver al ruedo parlamentario con todo. Si se mantendrá o no la misma intensidad en adelante es impredecible. Ayer, por lo pronto, salieron a luz las diferencias inconciliables entre el oficialismo y algunos sectores de la oposición y lo que a priori parecía estar encaminado a ser una breve y tranquila sesión terminó siendo todo lo contrario.

El primer debate de la tarde se abrió a partir de una iniciativa del bloque “Todos por Brown”, en la que a través de un proyecto de comunicación se solicitaba al Ejecutivo manifieste al Congreso nacional su desagrado con los “excesivos aumentos en las tarifas de gas natural”.

Defendido por la edil de Libres del Sur Ivana Rezano, la propuesta no prosperó por no contar con el respaldo de la (hasta diciembre) mayoritaria bancada del Frente para la Victoria - PJ y fue girado a la Comisión de Infraestructura con pedido de pronto despacho.

Minutos después entró en escena la problemática de los trabajadores, a partir de otra comunicación, está vez defendida por la edil del ARI-Coalición Cívica, Miriam Locher, a favor del proyecto presentado por el diputado Horacio Piemonte en la Legislatura bonaerense, que propone “obligar al Estado a garantizar y promocionar la representación sindical en los establecimientos o dependencias de trabajo”.

Los dimes y diretes giraron aquí en torno al derecho o no del sector de la CC de referirse a un tema que involucra a los trabajadores y la organización sindical. El oficialista Carlos Carvajal señaló que “se está haciendo mucho en el área” a lo que recibió como respuesta una pregunta marcada por la ironía por parte de la representante del GEN, Florencia Retamoso, respecto a si realmente se cree que es “Moyano el que va a defender el derecho de los trabajadores”.

“Son las menos indicadas para hablar, los que fueron parte de la flexibilización laboral y la Banelco”, sumó el concejal del autodenominado bloque Unión PRO Francisco De Narváez gobernador 2011 (así lo manifestó durante la sesión a través de un escrito), Ramón Valdez.

Otro de los temas ríspidos fue el de la seguridad. A partir de un pedido de la CC de recibir información respecto al plan “Brown Alerta” y una resolución en la que se solicitaba el gobierno comunal mayor presencia en los velódromos del distritos, parte de la oposición aprovechó para cargar con el oficialismo, y éste para marcar su respaldo irrestricto a la gestión de Giustozzi.

“Queremos que el Intendente se ponga los pantalones y le solicite a Scioli que se cumpla con las acciones necesarias para evitar la inseguridad”, disparó Locher. En consonancia, Miriam Niveyro (PRO), advirtió sobre el delicado estado de situación que se vive en Brown en ese aspecto y se sumó a la exhortación por “más efectivos en las calles”. “Se habla de un cuaderno de quejas para los vecinos pero nunca me llegó. Es más, ni siquiera veo pasar un patrullero por la esquina de mi casa”, completó.

Como sucedió con los anteriores, la iniciativa chocó contra el revés que dieron de parte del oficialismo que, a través de Jorge Neuburguer, aseguró que se trabaja contra la problemática y relativizó la ausencia de policías en las calles al resaltar el trabajo de los uniformados: “Es increíble como van de un lado para otro. Me sorprende como a veces los veo en un lugar y enseguida en otro tan rápido”.

Durante el encuentro también quedó de manifiesto el disconformismo de propios y ajenos al oficialismo con la labor de Mariano San Pedro al frente del Concejo. Tanto desde la CC como desde el PRO criticaron que no cumpla con lo previsto por la ley y deje su lugar de privilegio a la hora de responder críticas al gobierno comunal.

Locher en un tiro por elevación lo tildó de “tibio” y Retamoso –también de modo indirecto- de “pecho frío”; mientras que el edil se defendió apelando al resultado de las últimas elecciones (en las que el giustozzismo ganó con casi el 50 por ciento de los votos) como defensa del modo de gestionar y comportarse del oficialismo.