Dibbern se despegó de los basurales y la venta de tierras de la UNLP


El secretario de Políticas Universitarias de la Nación y ex presidente de la Universidad de La Plata, Alberto Dibbern, negó ante Info Región que esté en conocimiento de los planes de venta que tiene esa casa de estudios para las tierras que posee en Lomas de Zamora, del hecho de que allí pretendan instalar una planta de residuos y de los basurales legales y clandestinos que funcionan en el lugar, a pesar de que forma parte del mismo grupo político al que pertenece el actual presidente de la Universidad, Gustavo Azpiazu.

El desconocimiento que alegó el funcionario contrasta con la difusión pública que tuvo hace casi un mes la iniciativa de las actuales autoridades universitarias platenses de deshacerse de más de 700 hectáreas en Santa Catalina, que hoy funcionan como el único pulmón verde de la zona y constituyen una reserva natural.

Además, la ignorancia de Dibbern sobre la contaminación a la que se somete a estas tierras choca con la difusión que ha hecho este medio acerca de dos basurales, uno clandestino y otro autorizado por las actuales universitarias, que funcionan en ese mismo predio, en las inmediaciones de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, y que han sido denunciados ante las autoridades ambientales bonaerenses y de la propia casa de estudios platense.

“No debe estar en la vocación de ninguna universidad vender un predio para una cuestión que perjudique al medio ambiente”, opinó el funcionario, aún cuando se conoce la intención de un grupo inversor privado para instalar una planta de tratamiento de residuos para Lomas de Zamora y distritos vecinos, en plena reserva natural.

Bajo una bandera que exigía “No a la basura en Lomas de Zamora” y en le marco de la participación del funcionario a un evento que organizó la universidad local, Dibbern intentó distanciarse de Azpiazu, y si bien reconoció que la UNLP tiene en sus planes desprenderse de alrededor de 700 hectáreas que rodean el campus de la UNLZ, resaltó que no conocía el destino que se intentará dar a los terrenos, donde actualmente se asienta la reserva natural Carlos Spegazzini.

“Me sorprende con esta pregunta porque no sé del tema –aseguró Dibbern a Info Región- Yo en la Universidad he dejado de ser presidente hacer un tiempo y lo que menos imagino es que se pueda vender un predio para una cuestión que pueda ser perjudicial para el medio ambiente. Eso no debe estar en la vocación de ninguna universidad”, señaló.

“Mi paso por la Universidad fue un paso académico, ser conocido no significa formar parte de ningún entorno –dijo en referencia a Azpiazu-. Sabía de la intención de venta pero no cuál es el objetivo de la venta”, aseguró.

En este punto de la charla, el secretario de Políticas Universitarias intentó quitarle responsabilidad a su sucesor en la presidencia de la Casa de Altos Estudios platense, y resaltó que será el Consejo Superior de la Universidad el que termine decidiendo las condiciones de la venta.

“En La Plata eso (la venta) lo tendrá que resolver el Consejo Superior, no lo puede decidir el presidente de la universidad. Estas cuestiones, como son el deshacerse de parte del patrimonio de la universidad y los objetivos por el cual uno de deshace de ellos forma parte de las decisiones que no toma el presidente sólo, sino el Consejo, que tiene casi 70 miembros”, argumentó el funcionario ante este medio.

Si bien Dibbern aseguró no conocer el trascendido que indica que uno de los posibles comparadores de las tierras pretendería instalar en los terrenos una planta de tratamiento de residuos, insistió en que antes de vender habrá que recurrir a una licitación y remarcó que, a su criterio, el responsable de lo que se realice con las tierras “será el comprador y no quien vende”.

“En el caso de la universidad la venta se tiene que hacer por licitación pública, no puede tener un comprador directo. No se puede vender un bien público sin hacer una licitación abierta a todo los oferentes. Y el que es responsable de lo que va ocurrir es el oferente, uno vende una casa y no sabe que va a hacer en ella el comprador”, consideró.

Por último, y ante la mención de Info Región, el funcionario negó también conocer el antecedente que inquieta a la comunidad de Lomas de Zamora, que ve con preocupación el basural que ya está instalado sobre otra extensión de tierras que la UNLP tiene sobre Juan XXIII, en un predio que le alquila a la empresa Covelia y donde, pese al acuerdo inicial que mantuvieron, hoy se pueden encontrar montañas con todo tipo de desperdicios.

“No sé qué opina de esto el Consejo Superior. No sé si sabe que acá instalaron un basural. Ustedes se pueden comunicar con los estudiantes de la Federación Universitaria de La Plata para advertirles lo que está pasando”, concluyó Dibbern, a quien se le aclaró que este medio intentó hablar en varias oportunidades con las autoridades de la universidad, pero sin éxito.