Merlo confirmó su renuncia y apuntó contra Gallardo


Reinaldo Carlos Merlo renunció hoy a su cargo de entrenador de la primera división de River, empujado por el capitán del equipo Marcelo Gallardo, quien ayer por la madrugada le comunicó que ni él ni sus compañeros estaban de acuerdo con su proyecto. "Yo no transo, cuando dirijo soy el que manda", sostuvo Merlo, cuando al mediodía, visiblemente emocionado, intentaba leer el comunicado que armó junto con su cuerpo técnico (René Daulte y el profesor Castilla).

Se sabe que en el fútbol argentino muchas veces los jugadores echan a los técnicos, pero esta vez se dio en un club grande como River y, por más que lo nieguen, los dirigentes de la entidad de Núñez estaban al tanto de esta situación y dejaron solo a "Mostaza" Merlo, según le confirmaron a Télam allegados al plantel "millonario", en la ciudad de Mar del Plata.

Si Gallardo sigue perteneciendo al plantel de River nadie tendrá dudas que no sólo los jugadores no estaban de acuerdo con el trabajo de Merlo, porque el capitán del conjunto de Núñez no podría haber tomado tal postura sin antes consultarla con las máximas autoridades del club. Más tarde, en declaraciones a radio La Red, Merlo también dejó en claro que los dirigentes de River no lamentarían su alejamiento, porque el entrenador, como había adelantado Télam el año pasado, no quería el regreso de Ariel Ortega.

Por eso, no debe llamar la atención que en breve River tenga nuevo entrenador, que sería Daniel Passarella, quien hace un tiempo habría comenzado con los contactos con los dirigentes del club de Núñez. Más allá de eso, según pudo averiguar Télam, hace tiempo que la relación entre Merlo y sus dirigidos no se encontraba dentro de los carriles normales, al punto que jugadores sin peso ni historia, como la mayoría de los que integran este plantel, se burlaban del entrenador ante propios y extraños, en una situación que se agudizó en estos días de trabajo en la ciudad de Mar del Plata.

Por más que se tapó, la relación entre Merlo y Gallardo nunca fue la mejor. Los problemas comenzaron cuando "Mostaza" intentó sumar al plantel al zaguero Horacio Ameli, quien tuvo un problema de "polleras" con uno de sus compañeros y por decisión de los jugadores fue excluido del equipo. Pero Gallardo se negó a que Ameli regresara y Merlo tuvo que conformarse con trabajar con los defensores que había heredado, sin tener muchas variantes como para resolver los problemas de River.

Otro de los inconvenientes surgió a fin de año, cuando Gallardo dejó en claro, dentro del plantel de River, que no estaba de acuerdo con la propuesta futbolística de Merlo. La relación habría empeorado cuando Gallardo se hizo expulsar infantilmente en el partido ante Gimnasia y Esgrima La Plata, cuando el equipo de Troglio peleaba el torneo Apertura con Boca y superó "sin despeinarse" a un desconocido River en el estadio Monumental. Para limar asperezas Merlo y Gallardo se habrían reunido antes de fin de año, como para empezar los trabajos de pretemporada lo más unido posible, de cara al regreso de River a la Copa Libertadores de América.

Con la vuelta al trabajo, Merlo y Gallardo aseguraron no tener diferencias, señalando que la relación era buena, pero estos dichos quedaron sepultados después de los hechos de esta madrugada. Antes del partido ante San Lorenzo, jugado ayer en Mar del Plata, hubo un primer encuentro entre Gallardo y Merlo. En ese encuentro Gallardo, como luego lo confirmó Merlo, le comunicó al entrenador su decisión de irse de River porque no estaba de acuerdo con la forma de trabajo de "Mostaza". Pero el capitán del conjunto de Núñez no se quedó sólo en eso: le informó que la mayoría del plantel opinaba lo mismo que él. Merlo, quien a lo largo de su carrera siempre tuvo excelente relación, como su cuerpo técnico, con sus dirigidos, se quedó atónito con los dichos de Gallardo. Enseguida, antes de partir al estadio José María Minella para enfrentar a San Lorenzo, se reunió con su cuerpo técnico y ahí mismo tomó la decisión de alejarse de River, aunque la medida antes de comunicársela a la prensa la debía informar al plantel. Sus "códigos" de vida lo obligaron a actuar de esa manera. A pesar de esto, Merlo vivió el partido de ayer como siempre, como "el último", gritando, dando órdenes, molestándose por demás con Cristian Alvarez por un error imperdonable para un jugador de primera división, pero sabiendo que esa noche marplatense sería la última de su segundo ciclo como entrenador de River. Luego del partido esperó a que los jugadores cenaran, se volvió a reunir con Gallardo, le comunicó su decisión y pidió reunirse con todos los jugadores. Cuando Merlo le informó a los futbolistas su decisión de renunciar, el único que levantó la mano y le pidió a "Mostaza" que no tomara una decisión apresurada fue el volante Víctor Zapata. "Mostaza no se apure", dijo Zapara luego de levantar la mano. "Dejá, ya está", fue la respuesta de un "herido" Merlo, quien a pesar de su dolor, aguantó las lágrimas, al menos públicamente, y decidió no transar. Claro, que después en radio La Red, Merlo apuntó contra los dirigentes, dejando en claro su postura sobre el regreso de Ortega. "Ortega no estaba en mis planes, para mí no era momento para que volviera, ahora como yo no sigo lo puedan traer", sentenció Merlo. "Si viene Ortega y hace los goles el equivocado seré yo, pero para mí no es el momento de traerlo de nuevo. Me voy ahora para que el nuevo entrenador puede elegir sus refuerzos", concluyó.