Para Giorgi, la tendencia en baja del desempleo es clara


El ministerio de la Producción entregó un subsidio por 40.000 pesos a la “Cooperativa de Trabajo Molinera de Saladillo Limitada”, un establecimiento fabril gestionada por sus trabajadores en el 2003, luego de la quiebra de la firma SICSA.

Se trata de la tercera empresa recuperada del país que con la capitalización del trabajo de sus empleados logró comprar los papeles de la quiebra y ya está habilitada por la Justicia para adquirir las instalaciones que actualmente alquila.

“El movimiento cooperativo, de larga tradición en nuestro país, debe ser otra puerta para la recuperación de emprendimientos que generen fuentes de empleo” dijo la titular de esa cartera, Débora Giorgi quien presidió el acto de entrega del subsidio.

Goirgi indicó que “debemos esforzarnos cada vez más con este tipo de acciones que hacen del trabajo una política de inclusión social”.

Consultada sobre la tasa de desempleo, la ministra sostuvo que “si bien hubo un pequeño aumento del índice de desocupación del total país comparado con el último trimestre del año, esto obedece exclusivamente a una cuestión estacional vinculada con que en este período siempre se produce una parada de plantas que vuelve a reactivarse en el segundo trimestre”. Remarcó en ese sentido que “estamos en una tendencia clara de baja del desempleo y lo más importante es que esa generación de empleo es de calidad. Atravesamos un crecimiento distinto, con contenido industrial, que da trabajo y esta tasa de crecimiento sostenido que tenemos desde hace tres años está generando ocho veces más empleo industrial de lo que se generaba en los 90”.

Los asociados a la Cooperativa de Trabajo Molinera tienen 20 años promedio de experiencia en la actividad como ex empleados de SICSA, firma vinculada a la familia Trusso, que presentó quiebra a la par del Banco Crédito Provincial (BCP), a fines de 1997.

Los trabajadores se encuentran alquilando la planta donde realizan la molienda y producción de 6 mil kilos por hora de harinas triple y cuatro ceros, y de subproductos como semolín, salvado, germen y afrechillo que comercializan al por mayor y al por menor en los mercados local y de las provincias de Buenos Aires, Misiones, Chaco y Río Negro.

La Justicia ya los habilitó para la compra de las instalaciones de la planta -valuada en 2.300.000 pesos-, cuya adquisición pagarán también con fondos propios con un plan de pago del 50 por ciento al contado y el resto en seis cuotas.

El subsidio entregado a esta empresa forma parte de una convocatoria de proyectos efectuada en el marco del Programa Cooperativas de Trabajo en Acción de la cartera productiva bonaerense dirigido exclusivamente a Cooperativas de Trabajo, que son aquellas que agrupan a trabajadores que aportan sus conocimientos o profesión para la realización de actividades económicas.

El resto de las beneficiarias de otras localidades recibirán subsidios por 40 mil pesos promedio, para destinar a emprendimientos que abarcan desde la fabricación de piezas mecanizadas para automotrices de primer nivel, hasta la edificación de aulas para un proyecto educativo con orientación deportiva.