“Tengo la conciencia tranquila para dar este debate”


El diputado del ARI, Mario Fabris, aseguró que “para hacer una denuncia tiene que haber un ilícito” en alusión a la advertencia esgrimida por el gobernador bonaerense Felipe Solá quien había amenazado con denunciar a los legisladores si no veía en ellos voluntad de acompañar el proyecto enviado por el Ejecutivo para regularizar las licencias de las casas de juego, usualmente denominadas Bingos.

En diálogo con InfoRegión, el legislador calificó de “genial” el criterio del mandatario provincial y expresó en ese sentido que “tengo la conciencia tranquila para dar ese debate en el Legislatura”. El proyecto ya ingresó al Senado bonaerense y es el respaldo al acta de compromiso firmada entre el Gobierno provincial y los licenciatarios de las 46 salas de bingos bonaerenses para renovar las licencias por 15años.

A cambio de la prórroga, la Provincia recibirá 430 millones de pesos que las salas deberán abonar al fisco provincial durante lo que queda del año 2006 que servirán para paliar el déficit fiscal previsto para este año. También se les cobrará un canon de 1.000 millones de pesos pagadero en 60 meses prorrateado en cada una de las 46 salas proporcional a la cantidad de años de renovación.

”Si la cosa va por ahí me parece genial: tengo la conciencia tranquila para dar ese debate” aunque advirtió: “para hacer una denuncia tiene que haber un hecho ilícito y no lo hay cuando los legisladores manifiestan su disenso en torno a un proyecto del Poder Ejecutivo”.

Con todo, rechazó en términos generales el proyecto de ley porque “el juego debe estar en manos del Estado y no como ocurre ahora que se lo regula mediante una ley tramposa que alude a entidades de bien público en las licencias. Cuando en verdad resultan el mascarón de proa de la explotación a manos de empresas privadas”.

Aseguró en ese sentido que “los bingos funcionan como casinos encubiertos porque en vez de funcionar como uno tradicional aquí es reemplazado por las máquinas tragamonedas que, por alguna razón cultural, atrae la atención de la gente. Pero en especial la de más bajos recursos” al tiempo que subrayó:” el juego es una adicción y debe ser manejada como tal”.

Criticó en ese sentido el plazo concedido por el gobierno a las firmas que explotan las licencias: “ 15 años es un plazo muy largo. Aún cuando estoy en contra de concesionar a manos privadas, la realidad es que esto funciona así. Pero debió haberse realizado por un período más breve”.