Exigieron el cierre de la fábrica donde explotó el camión


Los vecinos se reunieron pasadas las 20 frente a una fábrica de Llavallol para manifestar su descontento ante las puertas del establecimiento. El objetivo es solicitar el cierre y la clausura definitiva de la empresa que funciona en el lugar desde 1999.

Los más de 100 vecinos reunidos manifestaron que desde la apertura del establecimiento fabril hubo un desacuerdo generalizado por parte de la población que se resistía a su instalación.

El hecho que determinó que los vecinos tomaran la iniciativa de volver a manifestarse en contra de la empresa fue la explosión, ayer, de un camión que trasladaba nitrógeno líquido, lo que provocó estupor y preocupación en el barrio. Por eso, a las pocas horas los habitanes de la zona se manifestaron contra la permanencia de la fábrica en las calles Primero de Marzo y Juan B. Justo.

“Tenemos una causa para empezar a movernos. Cuando dijimos en su momento que esto podía ocurrir nadie nos escuchó y no se le dio importancia a nuestro reclamo. Tenía que pasar algo así para mostrar que lo que argumentamos en su momento eran cierto”, afirmó Gladis de Jiménez, que vive a pocos metros de la planta.

“En este lugar esta fábrica no puede existir, nos hacen pagar impuestos residenciales y tenemos una bomba de tiempo en la puerta de nuestros hogares. ¿Qué pasaba si hoy (por ayer) hubiésemos tenido que lamentar víctimas”, sostuvo Elena Peluso, otra vecina que tiene su vivienda a media cuadra del lugar de la explosión.

“Esta fábrica nos está matando de a poco y no nos podemos quedar cruzados de brazos viendo cómo se están enfermando los vecinos, hay muchos que sufren problemas bronquiales y nadie se hace responsable”, relató Rubén Eizmendi.

Todo comenzó hace siete años, cuando se decidió instalar una fábrica en la zona residencial después de cientos de quejas vecinales. “En un principio decían que iba a ser un jardín de infantes, después un hospital. Contra esto se hicieron varias reuniones, pero fue todo tapado y quedó así. Hoy nos salvamos de casualidad”, manifestó Jiménez con notable indiganción.

“De acá se tienen que ir, no hay otra solución. No sólo el estallido es nuestra preocupación sino los gases que larga durante el día y noche y no se puede respirar”, aseguró Eizmendi.

Los vecinos pretenden tomar "medidas severas" y recurrir a los organismos públicos para tener una respuesta al pedido de clausura del establecimiento. Para ello se reunirán mañana desde las 20 en las instalaciones de la Sociedad de Fomento Turdera Sud para determinar los pasos a seguir.