Kirchner reclamó a la Justicia que acelere los juicios a represores


El presidente Néstor Kirchner pidió a los miembros de la Justicia "acelerar a fondo el avance de los juicios a los responsables del genocidio que nos tocó vivir a los argentinos" durante la última dictadura militar.

"Dentro de la ley, de la Constitución, pero necesitamos la celeridad que corresponde", aseveró el mandatario, quien sostuvo que en materia de "búsqueda de justicia y verdad" hay "asignaturas pendientes que resolver y temas a resolver".

Lo expresó en un discurso que pronunció durante el acto de entrega del premio "Azucena Villaflor De Vincenti" a Sonia Torres, fundadora y representantes de las Abuelas de Plaza de Mayo, en Córdoba, constituyéndose además en uno de los puntales de los organismos de Derechos Humanos en esa provincia.

Para el jefe de Estado esos juicios "no pueden estar parados meses" y explicó que "necesitamos para nuestra reconciliación, memoria, justicia y verdad saber qué paso, qué sucedió y que sean juzgados los responsables".

Más adelante expresó su "profundo respeto, amor y cariño" a los 22 presos politicos asesinados, en el hecho conocido como la Masacre de Margarita Belén, con motivo del 30 aniversario de ese hecho. El mandatario destacó la presencia en el acto del "compañero Jorge Giles", quien estuvo detenido en el Chaco junto a las víctimas de la masacre. Kirchner agregó que en esa cárcel había dos amigos más "el flaco Salas y Tierno que fueron masacrados por el sólo hecho de pensar diferente" y que a los captores "no les bastó tenerlos presos y torturarlos, sino también masacrarlos, pero ni aún así pudieron matar sus ideas de libertad, justicia y equidad que los argentinos estamos tratando de reencontrar".

Kirchner los recordó además por "sus luchas y debates que asumieron con tanta fortaleza y dignidad", y por "su participación de militantes comprometida con la historia de este país".

El Presidente anunció también su próxima visita a "lo que queda del campo La Perla", un centro de detención en Córdoba, dependiente del III Cuerpo de Ejército. En ese sentido, subrayó "quiero ir, no en términos individuales, sino llevar la institucionalidad de lo que es la Presidencia de la Nación a ese lugar para que empecemos el camino de la memoria, la reivindicación de quienes estuvieron allí y del castigo moral e histórico a los perversos ejecutores de los sufrimientos de nuestros hermanos que tuvieron que pasar por el peor de los caminos, en este campo de La Perla".

"Todos los argentinos tienen que tomar conciencia, porque es todo un símbolo de los que nos ha pasado", subrayó el jefe de Estado. Destacó además que con la idea de "no aspirar a ningún tipo de venganza, queremos la memoria, la reconciliación" y "una justicia más ágil, dinámica y efectiva".

Agregó que dentro de la responsabilidad institucional "sabemos que constituir justicia es vencer la indigencia, la pobreza, la desocupación, la exclusión y dar acceso a las posibilidades de investigación, educación, defensa de las ideas, consolidación de nuestros intelectuales, de nuestros trabajadores, y de nuestra clase media". Para Kirchner lo que ocurrió durante la dictadura no fueron persecuciones individuales sino "la persecución de un proyecto colectivo de país, con pluralidad, consenso y democracia".

Al entregar el premio a Sonia Torres le expresó su "reconocimiento" a la tarea desarrollada con toda claridad, "a la construcción colectiva de nuestras Abuelas y nuestras Madres" y remarcó que "estamos dando pasos trascendentes, pero tenemos que dar muchísimos más, porque justicia y memoria son banderas irrenunciables".

Por su parte, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, señaló que el premio Azucena Villaflor de Vicenti fue instituído por el presidente Kirchner en 2003, para "reconocer a ciudadanos y asociaciones destacadas en su trayectoria en la defensa de los derechos humanos".

Anteriormente, fueron entregados a monseñor Miguel Hesayne, Olga Ardes y al Equipo de Antropología Forense. Duhalde destacó el "coraje civil" de Sonia Torres ya que "cargó sobre sus espaldas la dignidad que muchos habían perdido, que opuso su temple a la debilidad y la indiferencia de otros, y no cejó en su desigual combate contra la impunidad de los responsables del terrorismo de Estado". Sostuvo que la acción solitaria de Torres se fue "convirtiendo en el clamor de muchos" y hoy "desde el Estado bajo los principios de memoria, verdad y justicia, sus denuncias, reclamos y sueños, son parte de las políticas públicas, impulsadas, con inquebrantable decisión por el presidente Kirchner". Por su parte, Torres sostuvo que "la lucha no es individual, nada podría haber hecho yo sola ante tanto horror y tanto poder".

Expresó: "Sólo junto a las compañeras de Plaza de Mayo he podido llegar hasta el presente con la fuerza para buscar a mi nieta o nieto y a tantos otros que aún nos falta por recuperar".

"Las abuelas hemos hecho un compromiso de por vida, que no abandonaremos hasta que el último de nuestros nietos recobre su verdadera identidad; pero inexorablemente el tiempo de las abuelas se nos acaba; por eso nos levantamos cada mañana con más fuerza y esperanza intacta de encontrarlos", aseveró. E

l acto se llevó a cabo en el salón Blanco, con la asistencia de los ministros de Defensa, Nilda Garré; de Justicia, Alberto Iribarne; de Salud, Ginés González García; los secretarios General de la Presidencia, Oscar Parrilli y de Legal y Técnica, Carlos Zannini, así como representantes de organismos de derechos humanos e invitados especiales.