Solá señaló que un grupo chico pretende detener la Reforma Penal


El gobernador bonaerense, Felipe Solá, insistió hoy en la necesidad de reformar la justicia penal para agilizar los juicios y aseguró que quienes cuestionan el proyecto que impulsa el Poder Ejecutivo "son un grupo chico que tiene poder de lobby y lo está probando".

"La reforma no está hecha para ningún especialista, abogado o juez, sino pensando en la gente y los que critican la iniciativa desde el sector judicial son un grupo chico que tienen poder de lobby y ahora lo están probando", sostuvo.

El gobernador provincial se refirió a las denunciadas presentadas por el juez del Tribunal de Casación, Horacio Piombo, organismo que será eliminado si la Legislatura aprueba el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo.

En declaraciones que formuló en el partido de San Martín, Solá dijo que "ese grupo piensa que va a perder su trabajo y a pesar de que pasan a una condición de jubilados, casi privilegiados, tienen poder de lobby y ahora lo están probando sobre los políticos". Detalló que "la gran mayoría de los hombres de la Justicia con los que hablamos no van a salir a respaldar esto porque piensan que es tarea de los políticos", aunque aclaró que "están absolutamente de acuerdo con que sea así la reforma a la justicia penal provincial".

Explicó que la reforma "busca agilizar y dar mayor operatividad en la justicia penal para que sea más justa la situación de alguien que es denunciado penalmente". "Con la reforma penal va a haber presos que sepan que están en la cárcel con condena y por qué, y no presos que estén años esperando una condena", graficó.

El gobernador precisó que más del 80 por ciento de los presos alojados en cárceles bonaerenses están hoy sin sentencia definitiva y dijo que esa situación "es uno de los grandes elementos de la inconducta" en los establecimientos penitenciarios. La reforma impulsada por el Poder Ejecutivo divide a los Tribunales Criminales en juzgados unipersonales con el objetivo de triplicar la capacidad de audiencias de juicio y reduce el sistema recursivo al eliminar el Tribunal de Casación, entre otros puntos.

El proyecto, que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados, debe ser tratado ahora en el Senado, aunque para ello el Frente para la Victoria debe conseguir el aval del justicialismo, debido a que el bloque oficialista no tiene quórum propio en esa Cámara.