Un calamar colosal (Mesonychoteuthis Hamilton), que pesa unos 450 kilos y mide casi 10 metros fue pescado en Nueva Zelanda y según los especialistas es el primero de su especie en llegar a tierra intacto.
Los pescadores lo encontraron el pasado jueves en la superficie del océano Antártico, lo colocaron en la carga del barco y lo congelaron para que fuera investigado por los científicos nuevo zelandeses ya que es una especie misteriosa de la que no se tienen muchos datos.
Un animal de esta especie puede llegar a medir hasta 24 metros y este en particular tenía los ojos del tamaño de un neumático.
Este tipo de cefalópodo se encuentra en el fondo de las aguas antárticas y tiene un tamaño similar al de los calamares gigantes (Architeutis dux), sólo que los colosales pesan más.
