El Ejecutivo busca reforzar la vigilancia aérea


La ministra de Defensa, Nilda Garré, expuso hoy a su colega de Interior, Aníbal Fernández, un plan para reforzar la vigilancia aérea y apoyar la acción de las fuerzas de seguridad y la Justicia frente a los vuelos ilegales en el nordeste del país, según informó una fuente de la cartera castrense. Esa tarea de vigilancia a cargo de la Fuerza Aérea cuenta con dos radares primarios, uno emplazado en Posadas y otro en Resistencia, pero será reforzada con otros equipos similares y una decena de dotaciones más para operarlos.

El plan expuesto por Garré a Fernández -esta tarde en el octavo piso del Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa- incluye el traslado al nordeste de radares del Ejército y las Fuerza Aérea cuyo número eludió precisar la fuente consultada. A la reunión asistieron también el secretario de Planeamiento de Defensa, Oscar Cuattromo, el subsecretario Gustavo Sibilla y los jefes del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevalier, de la Fuerza Aérea, brigadier Normando Costantino y el recién designado comandante operacional, general Daniel Camponovo. La región a la que está destinado el reforzamiento de la vigilancia del espacio aéreo abarca la provincia de Misiones, gran parte de Chaco y Formosa y el norte de Corrientes.

La finalidad del plan en curso es ampliar la capacidad de detección de vuelos ilegales a baja altura, una modalidad utilizada en esa región limítrofe con otros tres países para diversos tipos de contrabando, incluido el narcotráfico. Es ilegal todo uso de aviones que no informan su plan de vuelo, desde simples infractores a organizaciones delictivas, y la tarea de vigilancia encomendada a la Fuerza Aérea consiste en informar esos casos a las fuerzas de seguridad y la Justicia Federal, a las que toca actuar según la legislación penal que persigue esos ilícitos.

La ministra de Defensa entregó hoy a su colega de Interior un proyecto de convenio que contempla precisamente esa división del trabajo y cooperación del área castrense con las fuerzas de seguridad, acorde con las leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior. Fernández aseguró por su parte los recursos presupuestarios que demande la ejecución del plan elaborado por Defensa.

El traslado de los radares y otras tareas previstas estarán a cargo del general Camponovo, quien asumió esta semana la comandancia operacional del Estado Mayor Conjunto, una función creada el año pasado en el marco del decreto presidencial que reglamentó la ley de Defensa Nacional. También está prevista una mayor frecuencia de servicio de los radares ya emplazados y los que se sumen, para lo que están previstas una decena de nuevas dotaciones cuyo adiestramiento se completará en junio o julio próximo. Por otra parte, la información de esos y otros radares de vigilancia del espacio aéreo emplazados en diversas provincias confluye al Centro de Control del Espacio Aéreo de la localidad bonaerense de Merlo. Esta unidad opera en un bunker bajo tierra construido con un modelo británico en 1952, durante la presidencia de Juan Domingo Perón y fue inspeccionado por Garré el año pasado, en la primera visita al lugar por parte de un ministro de Defensa.

El reforzamiento dispuesto para el nordeste argentino forma parte de la modificación del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aéreo (Sinvyca) impulsada por el Ministerio de Defensa, que previamente convocó y consultó a organismos estatales y no gubernamentales involucrados en el tema.

La tarea de dotar de mayor seguridad al espacio aéreo en diversas áreas, que cobró impulso desde el año pasado en Defensa y el Estado Mayor Conjunto, se materializó ya en un contrato con la empresa estatal rionegrina INVAP para producir 11 radares secundarios de uso civil, destinados a controlar el tránsito aerocomercial. También fue lanzada una licitación internacional para la compra de cuatro radares primarios 3D para la vigilancia del espacio aéreo, a los que podrían agregarse otros recursos con la misma aplicación provenientes del exterior.