Del 12-0 inicial al 12-12 con el que terminó el primer tiempo entre San Marcos y CASA de Padua hubo un lapso de quince minutos. Es que, hasta los 30, el que dominó el trámite del partido más importante de la fecha del Grupo III fue el conjunto albiverde pero, en el último tramo, los visitantes consiguieron dos tries agónicos que les permitieron irse al descanso en igualdad de condiciones.
Esa imagen, la del final, fue la que se repitió en el complemento cuando los dirigidos por Marcelo Rey exhibieron una merma física producto de los exigentes trabajos que están realizando con vistas al inicio de la segunda fase para la que ya están clasificados. Y lo pagaron con la derrota porque Padua no perdonó, embocó un drop (gran tiro de Pablo Moretti), un penal (del mismo autor) y un try (de Lucas Scarcella); y con eso selló un triunfo inobjetable por lo que se vio en la segunda mitad.
San Marcos había comenzado con el pie derecho cuando, luego de imponerse en el duelo de forwards, abrió el marcador con un try de maul que apoyó Fernando López y luego estiró las diferencias con otro que marcó Eduardo Vicente, con posterior conversión de Martín Novas.
Ya en el segundo tiempo lo mejor del verde pasó por la movilidad de Alejandro Aguilera, las ganas de Martín Lequio y el try que apoyó a los 40 minutos el pilar Alejandro Chandi. Después, la herida de la derrota podrá sanarse en poco tiempo cuando tal vez los equipos se vean las caras en la lucha por subir de categoría.
La derrota no significó mucho para los del sur. Sólo les impidió llegar a la cima del Grupo III, algo poco importante si se tiene en cuenta que los objetivos importantes estarán en juego recién en la segunda fase: esa donde se cruzarán frente a los equipos del Grupo II.
Ahora vendrán los partidos frente al Tigre Rugby Club y DAOM pero, más allá de los resultados, lo más importante para San Marcos será consolidar tanto el nivel físico como la dinámica de tres cuartos que se requieren para pelear por un ascenso al nivel superior.