El dramaturgo Pacho OÂ’Donnell plantea en "La tentación", que se estrenó el viernes en el Teatro Payró (San MartÃn 766), un profundo análisis de un momento clave en la historia argentina, con la actuación de Raúl Rizzo y Juan Palomino en los roles protagónicos.
La obra, que cuenta con la dirección de Santiago Doria, gira en torno al encuentro de Dorrego (Juan Palomino) y Lord Ponsomby (Raúl Rizzo), el embajador de Gran Bretaña que tanto hizo por llevar a Bernardino Rivadavia al gobierno y por derrotar a Dorrego e impulsar su asesinato.
"Dorrego representaba una visión de la polÃtica distinta a la sostenida por los unitarios -explicó Palomino-, con un fuerte vÃnculo con las clases desposeÃdas y, sobre todo, con una perspectiva americanista, federal, republicana y democrática".
Lo que OÂ’Donnell construye en esta obra de teatro es un diálogo de ideas y de pasiones. Ambos defienden sus puntos de vista, sus formas de vida y sus convicciones más profundas. "Vivo con pasión la aventura de encarnar a este personaje histórico que está tan olvidado y que fue tan vilipendiado -confesó el actor con la misma energÃa que despliega en escena-.
Lamentablemente los historiadores han cubierto con un manto su figura por sus relaciones con Bolivar, Artigas, San MartÃn, Castelli, Belgrano, Monteagudo o Moreno". Y ratificando su compromiso acotó que "quise hacer la obra porque me interesa decir todo lo que está escrito, el punto de vista de OÂ’Donnell, me identifiqué mucho con esa mirada".
En la obra el diálogo se juega en dos zonas. En primer lugar el inglés argumenta desde lo polÃtico para convencer a Dorrego de que desista de seguir en guerra con el Brasil y dejar que la Banda Oriental, que es por la que se está peleando en ese momento, no sea incorporada a las Provincias Unidas y quede en manos de Brasil. "La clave es dividir para reinar -sostuvo Rizzo-. Dividir el sueño de la Patria Americana era la posibilidad del Imperio de tener sojuzgados y sometidos a todos estos pueblos".
Pero en una segunda instancia, que es precisamente la que da tÃtulo a la obra, el embajador europeo devela el as que traÃa bajo la manga y trata de comprarlo con dinero. Para convencerlo recurre a las instancias personales: los bien ganados derechos a darle una vida mejor a su mujer y la ayuda efectiva que el progreso podrÃa dar a los desposeÃdos.
"Pienso que el inglés está convencido de lo que dice -sostuvo Rizzo- El ve en hombres como Dorrego una zona admirable, a los otros los puede comprar fácilmente, éstos son atractivos desde el punto de vista del valor que tienen para él".
"Por supuesto que no iba a renunciar a ninguno de los objetivos de la misión que la Corona le habÃa encargado -acotó-, pero no quita que habÃa una zona en personajes como Dorrego o Artigas, que le generaba cierta admiración".
Sin embargo desde el texto no se plantea un enfrentamiento entre buenos y malos, se trata de hombres que tienen sus ideas, sus convicciones y sus valores.
Dorrego responde a un ideario colectivo, busca la identidad y el respeto para todos, en cambio el inglés está convencido de que en este mundo hay y habrá ricos y pobres. El embajador hace una semblanza de Gran Bretaña y de lo que significa para el mundo, defiende a rajatabla el liberalismo que es el ideario de donde él proviene.
"Era difÃcil refutarlo porque todo lo que él plantea era objetivamente asà -sostuvo Rizzo revelando el argumento que hace convincente a la composición que hace de su personaje-.
El progreso para la humanidad era eso: el empirismo cientÃfico y el liberalismo económico, Gran Bretaña era el paÃs señero y representaba un futuro que consideraba inexorable". "En la historia argentina éste es un momento visagra -sostuvo convencido-, no es cualquier momento. El paÃs iba a tomar un rumbo y tomó otro. Si el proyecto de Dorrego hubiese cuajado y se hubiera fortalecido hubiésemos tenido otro paÃs, mucho mejor del que tenemos.
No es casual que sea un personaje oscurecido por la historia". "Por otra parte, la literatura ayudó a que Lavalle aparezca atormentado por el asesinato de Dorrego quien queda entre lÃneas. Se reinvidica al victimario y pasa a ser el protagonista -comentó Palomino-. Porque no hay que olvidar que Lavalle produce el primer golpe de estado ya Dorrego habÃa sido elegido elegido democráticamente y lo destituye arbitrariamente para luego asesinarlo".
"Ahà se cambia el rumbo -reflexionó Rizzo-. Ante esto San MartÃn decide exiliarse y poco tiempo antes se habÃa perdido el Alto Perú donde estaba Castelli". "Este ideario vuelve a despuntar después en escasos momentos como con Yrigoyen o con Perón, los dos derribados por los sectores más reaccionarios del paÃs -concluyó-. Po eso la obra se refiere a un momento visagra en la historia argentina en que se toma el rumbo que va a ser definitivo". "La tentación" se presenta los viernes a las 21.30, los sábados a las 22 y los domingos a las 20.30.