Vecinos de Llavallol llevan a la Justicia su lucha por Air Liquide


Faltando pocas semanas para que se cumpla el primer aniversario de la explosión del camión cisterna que transportaba nitrógeno líquido a la empresa Air Liquide de Llavallol y ante la indiferencia de las autoridades, el grupo de vecinos que intenta erradicar la fabrica situada en las calles 1 de Marzo y Juan B Justo presentará un recurso de amparo ambiental y emprenderá acciones legales contra las autoridades no sólo municipales sino también provinciales y nacionales. Según manifestaron los preocupados residentes de la zona “nadie” los escucha ni les brinda soluciones concretas para evitar que la planta continúe funcionando.

“Jamás dejamos de luchar ni de insistirle a los dirigentes que nos escuchen, pero siempre nos dieron la espalda y los políticos sólo nos utilizaron para beneficiarse con nuestra causa y no nos ayudaron, por eso que la comisión decidió iniciar acciones legales ante las autoridades porque consideramos que no realizaron las inspecciones cómo deberían haberlo hecho”, aseveró Rubén Eizmendi, miembro de la agrupación que resaltó que la medida “tocará a quienes les corresponda”.

“Vamos a hacer responsables a las autoridades por la negligencia de no haber actuado en tiempo y forma, y van a tener que hacerle frente a la Justicia directamente”, comentó.

Además, señalaron que próximamente se llevará a cabo una asamblea informativa para que todos los residentes de la zona puedan conocer la cantidad de reclamos que se efectuaron con el correr de los meses.

“Los vecinos estamos viviendo en medio de una bomba de tiempo y lamentablemente hoy en día no se puede confiar en nadie porque el intendente (Jorge) Rossi tuvo el tupé que en medio de una inauguración nos dijo que si nosotros teníamos pruebas de que la Secretaria de Política Ambiental de la Provincia Silvia Suárez Arocena lo había señalado a él como único responsable iba a hacer algo al respecto. Todavía lo estamos esperando porque a pesar de que llamamos tres veces a la semana para que nos reciba jamás tuvo tiempo para escucharnos”, aseveró.

En tanto, comentaron que “una de las chimeneas que sobresale de la fábrica ventea un derivado del benceno que es altamente tóxico”.

“Desde Isober aseguran que son sólo vapores, pero a nosotros nos consta de que es una sustancia más densa y tenemos miedo de estar arriesgando nuestra salud al vivir tan cerca del lugar. Pero al parecer a nadie le importa”, resaltó enojado el vecino y adelantó que intentarán “confrontar” con Rossi en la inauguración de una parte del parque industrial.

“En Lomas de Zamora tiene que haber muertos para que se preocupen por el bienestar de los vecinos y no podemos seguir así porque lo único que queremos es que nos escuchen y que actúen con celeridad y eficacia. Pero esos estandartes cada vez están más lejos”, concluyó indignado Eizmendi.

Desde 1999 los vecinos se manifiestan en desacuerdo frente a las autoridades provinciales y municipales por la instalación de la empresa, pero “nadie escuchó” sus reclamos en todo este tiempo, según remarcaron.

“Cuando la instalaron nos dijeron que era una planta purificadora de agua y con el tiempo descubrimos que habíamos sido estafados”, había subrayado Walter Martínez horas después de la explosión.

Hace algunos meses, en una de las primeras entrevistas con Suárez Arocena los vecinos confirmaron que la empresa estaba clasificada como de segunda categoría y no de tercera, como se debería haber catalogado, según la ley provincial 11.459, artículo 9, del decreto reglamentario 1741/96.