Cristina cuestionó la vieja política y llamó a profundizar el cambio


La candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner fustigó a "la Argentina negra que por momentos parece querer volver" y volvió a advertir que "no vencerán" los promotores de ese modelo de país.

En primer lugar la senadora se refirió al triple crimen de los policías ocurrido en La Plata y sostuvo: "Quiero expresar el dolor y respeto por esos tres servidores públicos masacrados en la provincia de Buenos Aires, donde una Argentina negra por momentos parece querer volver a emerger y enlutó ayer a los argentinos".

La senadora advirtió: "Se trata de una Argentina negra que, con mucha responsabilidad y mucha tranquilidad, los argentinos rechazamos y repudiamos".

"No nos van a vencer, no lo hicieron ni lo van a hacer", resaltó la candidata al referirse al asesinato de los tres policías que alteró el ambiente político y social, a sólo ocho días de las elecciones presidenciales.

En un acto en el Centro Administrativo de La Rioja junto al gobernador riojano, Luis Beder Herrera, Fernández de Kirchner defendió además el modelo de país que promueve el Gobierno y cuestionó en ese sentido a "algunos que quieren torcer ese destino".

"A algunos les convenía más la Argentina de pocos, que podía transferir mucho dólar al exterior cuando se podía hacer un excelente negocio financiero mientras millones de argentinos quedaban sin trabajo y sin esperanza", sostuvo.

Para la candidata "hoy más que nunca es necesario profundizar" el modelo iniciado el 25 de mayo de 2003 y que "ha permitido en estos cuatro años y medio que pudiéramos hacer descender los índices de pobreza e indigencia y que millones de argentinos recuperaran la dignidad del trabajo". Cristina destacó la necesidad de desarrollar "un plan estratégico" consensuado con los gobiernos provinciales y con el Parlamento "no ya para cuatro años" y subrayó que "un país no se construye en cuatro años sino en décadas".

"Luego de haber superado la etapa del infierno tenemos que desarrollar un plan estratégico en materia de infraestructura social y económica", dijo, y apuntó que "el modelo de desarrollo va a tener que ser el industrial para generar puestos de trabajo".

La candidata se refirió luego al reparto de fondos a las provincias al considerar que "esa acta que cada año tiene que ser negociada y constituye una muestra de lo que ha pasado en Argentina de los últimos años, debe terminar".

"Debe incorporarse definitivamente al Presupuesto porque es en definitiva la manera no sólo de mejorar la calidad institucional, sino de apostar a un compromiso responsable", añadió. La legisladora abogó por un "Estado como gran representante de los que menos tienen" y criticó los tiempos en que "dijeron que el Estado no servía y que todo lo regulaba el mercado". La candidata presidencial admitió que "hay muchas cosas por hacer todavía" y definió al trabajo "como el instrumento fundamental" para "lograr la dignidad de todos los argentinos".

Cristina Fernández dijo que en cuatro años y medio de gestión el Gobierno logró mejorar además la situación de "millones de jubilados" y que eso se debió a una "decisión política" de "volver a representar los intereses de todos porque para eso es la política".

Al mismo tiempo, la legisladora ratificó su "compromiso con los que menos tienen" y habló de una "Argentina desigual" y de las provincias "grandes que se resfrian mientras que a las chicas las ataca la tuberculosis", citando una frase de Beder Herrera, que la precedió en el discurso.

"No me gusta hablar de la capital y del interior. Me perece como si fueran dos mundos extraños. Me gusta hablar del país profundo, que empieza después de la General Paz", expresó. Y enumeró los alcances del "plan federal que se puso en práctica, que incluyó obras de infraestructura como viviendas, escuelas, agua potable, cloacas".

"Nosotros sabíamos de la obra pública como un formidable instrumento proveedor para los habitantes de las cosas que hacen falta para tener vida digna", reconoció. Acompañaron a la candidata el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el secretario general de la Presidencia, Carlos Parrilli; y el secretario de Obras Públicas, José López.