Tal vez ya no sea aquella poderosa columna vertebral del Movimiento que tuvo su apogeo durante los años de proscripción y persecución, pero el sindicalismo sigue siendo hoy una pieza clave en la disputa de poder dentro del peronismo.
Así al parecer lo entiende el ex presidente Eduardo Duhalde, que esta semana se reunió con dos exponentes del poderoso grupo de dirigentes gremiales denominados gordos que conducen los principales gremios de servicios- con la intención de conversar sobre el futuro del Partido Justicialista e instar a las organizaciones gremiales a armar nuevas agrupaciones políticas.
El encuentro del bonaerense con Oscar Lescano (Luz y Fuerza) y José Pedraza (Unión Ferroviaria) en la sede del Movimiento Productivo Argentino funcionó en los hechos como un resurgimiento de la disputa abierta hace casi dos meses cuando los gordos se alzaron contra Hugo Moyano hasta obligarlo a pedir disculpas públicas luego de que protestaran contra el monopolio de la conducción moyanista.
Desde entonces, la CGT está virtualmente fracturada, no sólo por la defensa cerrada que el líder camionero hace de las políticas de gobierno sino especialmente por el proyecto político que lo moviliza y que, pretende, lo deposite en 2011 al frente de la gobernación bonaerense.
No tenemos el mesianismo de querer un partido laborista con un candidato del movimiento obrero, advirtió ayer Héctor Daer, secretario adjunto de la Federación de Sanidad.
En tanto que su titular, Carlos West Ocampo; sostuvo que el objetivo del movimiento obrero debe ser enfocarse en la recuperación de su rol protagónico dentro de la estructura del PJ y pensar más allá de opciones falsas y resultados publicitarios.
Esa es justamente la intención que, según sus colaboradores, mueve a Duhalde: la necesidad de trabajar en la unidad del peronismo para ir a las elecciones con un solo candidato. Para eso el ex presidente opera sobre una división que ya está instalada en el seno del movimiento obrero.
Se conversó acerca de la necesidad de avanzar en la reestructuración del peronismo tratando de sumar a todos los sectores posibles con el objetivo de que sea una alternativa de peso con vistas al 2011, precisaron fuentes gremiales.
Desde el duhaldismo también se apuraron en aclarar que no hay ninguna intención personal de Duhalde, con lo que desestimaron que el objetivo final pueda ser impulsar su propia candidatura a presidente en 2011, algo que, con todo, no descartan en las filas de sus interlocutores.
"Duhalde es lo más serio que tenemos, Reutemann no se define, Scioli no nos convence y Macri no es peronista", señaló a un medio nacional uno de los asistentes al encuentro, con lo que dejó la puerta abierta para un eventual retorno del bonaerense.