La OEA también rechazó la represión en Honduras


La Organización de los Estados Americanos (OEA) "condenó" y "lamentó" los hechos violentos ocurridos esta madrugada en las cercanías de la embajada del Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra alojado el presidente destituido de Honduras, Manuel Zelaya.

El presidente de turno del consejo permanente de la OEA, el embajador chileno Pedro Oyarce, reclamó "el respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos hondureños, plenas garantías a la seguridad del mandatario y de la representación diplomática de Brasil en Honduras". En un comunicado de la organización difundido en Washington, que reproduce la agencia de noticias ANSA, Oyarce "reiteró la demanda realizada por el consejo permanente a las autoridades de facto y a todos los sectores de la sociedad hondureña".

Ese reclamo pidió el lunes "actuar con responsabilidad y prudencia, evitando actos que puedan generar violencia e impidan la reconciliación nacional que tanto anhela el pueblo de Honduras y todo el hemisferio", indicó el diplomático chileno.

Oyarce lanzó "un nuevo llamado a un diálogo pacífico, que permita el pronto restablecimiento del orden constitucional y la restitución del presidente Zelaya en sus funciones". En tanto, el titular de la OEA, José Miguel Insulza, tuvo que suspender el viaje a Honduras que preveía hacer hoy debido al cierre de los aeropuertos en Tegucigalpa y otras ciudades, pero indicó que lo hará "cuando tenga una cierta misión". "No tengo ningún interés en participar en un conflicto. Quiero ayudar al diálogo para resolver la crisis por la vía del entendimiento", aseveró.

"No caben muchas alternativas sino entrar en una negociación" agregó y explicó que "las cosas han cambiado muy sustantivamente" tras el ingreso de Zelaya a la capital hondureña.