Malestar en los usuarios por el aumento del colectivo


En las primeras horas de ayer se conoció la noticia del incremento del boleto del transporte público a partir del próximo lunes y la reacción de los pasajeros no fue la mejor, ya que señalaron que no lo esperaban. “Es un golpe muy fuerte para mí en lo económico porque viajo mucho para trabajar y estudiar”, explicó Rosario, una usuaria de la línea 165, que recorre Once-Pompeya-Monte Grande y Loma Verde.

“Estoy muy enojado porque se suma mucha plata a fin de mes y no hubo ningún aumento importante para los trabajadores que permita apalear todos las subas del transporte y los alimentos”, sostuvo Edgardo López, mientras esperaba el colectivo en Lomas.

Desde el lunes el mínimo dejará de ser de 0,90 centavos y costará 1,10 al igual que el ticket de subte y el boleto del tren, que pasará a costar 0,75 centavos.

Las voces de descontento se sumaban ante la misma consulta. Nadie vio con buenos ojos la suba debido a que todavía estaban asimilando el aumento que se registró en enero de 2008, después de siete años de permanecer la tarifa estática.

Desde las empresas de transporte señalaron que pese al aumento anterior la cifra seguía siendo “baja” debido a los grandes gastos que argumentan tener las empresas, y como fue nulo el movimiento durante muchos años, fue “muy poca la diferencia”.

Uno chofer de la línea 318 que recorre Puente La Noria, Claypole y Monte Grande, también se refirió a la medida: “Está bien que aumenten los costos, es importante para que se puedan mantener las unidades, porque el subsidio que envía el Gobierno no alcanza”.

Las voces se diferencian entre los que están a favor y los que están en contra porque la nueva tarifa perjudica a los usuarios, en quienes recae el incremento que se calcula en un 22 por ciento.

La medida fue anunciada casi de golpe, lo que no permitió la reacción del pasajero que en dos días se encontrará con una nueva tarifa cuando realice el mismo recorrido de siempre.

“Lo único que podemos hacer es quejarnos, pero la medida ya está tomada. Para mí es malo porque tengo que apartar una parte importante de mi salario para viajar y trasladarme a mi trabajo”, contó Juana, vecina de Llavallol, que trabaja en Lanús.

En tanto, un empleado de la línea 406 señaló: “A la empresa le viene bien, pero somos concientes de que los pasajeros se van a quejar los primeros días hasta que se acostumbren a la nueva tarifa, como pasó siempre”.

Otro tema preocupante es la cantidad de monedas que se necesitarán de ahora en más. Los bancos otorgan poco cambio y con este aumento, realmente será una hazaña contar todos los días con el preciado vil metal oara viajar.