“Me empujaron a renunciar”


“Stagliano se va a Morón”, aseguraban algunos periodistas partidarios del equipo del oeste por la tarde. El rumor se convirtió en una verdadera bomba con el correr del día y se terminó de confirmar a la noche. “No voy a seguir, la decisión la tomé el miércoles en caliente, lo analicé en casa y se lo comenté al plantel ayer (el sábado) en la concentración”, le afirmó –sin atenuantes- el Tano a Info Región, al tiempo que aclaró que “de Morón no me llamó nadie y si aparece algo para ir ahí lo estudiaré, pero me duele irme así de Temperley”.

¿Entonces? “Hay varios motivos, pero lo que rebasó el vaso fue lo de (Nicolás) Guevara, que lo dejaron irse a Uruguay sin consultarme. Si soy el entrenador debo ser el primero en enterarme de estas cosas, no el último; más cuando trabajamos para hacerle bajar 7 kilos y lo habíamos puesto bien físicamente. Aún si yo no lo tuviera en cuenta tendrían que habérmelo dicho, me molestó enterarme de algo así por un jugador”, esgrimió Stagliano, que con la vuelta de Bazán Vera había relegado al ex San Lorenzo a ser el segundo suplente detrás del juvenil Luis López.

“Es un irrespetuoso, no tiene palabra. Le gustó la oferta de Morón y se apoya en lo de Guevara para irse cuando acá lo bancaron cuando los resultados no se le daban y cuando estuvo enfermo un mes nadie le dijo nada. Nos deja en medio de la lucha por el campeonato, si es buena leche debería desechar lo de Morón pero no lo es”, disparó un hombre cercano a los popes celestes. Y agregó caliente: “Si renunció el miércoles podría haberlo hecho público ese día, no especular hasta hoy para primero cerrar con Morón. Evidentemente, acá hay gato encerrado”.

Stagliano, por su parte, enumeró más motivos para justificar su renuncia. “Estaba harto de escuchar que el vestuario es un quilombo o que no lo sabía manejar cuando el equipo está peleando por el campeonato. Y también me jodió lo de Orfila, porque lo traen y después de que firma me entero de que dio su palabra a la gente de Tristán Suárez, que no puede jugar contra ellos”, explicó. ¿Deudas? “Llegaron a deberme dos meses y aguinaldo, pero lo económico no fue el detonante. El presidente (Mozo) lo sabe”, agregó.

La única voz del club que se escuchó de manera oficial fue la del vicepresidente Gustavo Caccace que le aseguró a este medio que “habrá que sentarse y charlar porque Stagliano tiene contrato hasta el 30 de junio y si quiere irse deberá pagarle un resarcimiento al club”. “Lo único que puedo decir es que primero debemos reunirnos con él, después veremos los pasos a seguir”, sostuvo.

Stagliano, a modo de despedida, le dedicó sus últimas palabras al plantel y a la hinchada. “Me da pena lo que pasó porque le había tomado cariño al club, no me gusta irme de esta manera, dejar un grupo bárbaro que lo habíamos armado bien y que tiene muchachos que van a da batalla hasta el final. Le pido otra vez disculpas a la gente, a todos los que sí creían en mi y sé que ahora algunos saldrán a matarme por todos lados, pero cuando las decisiones las toman tipos que no son del palo del fútbol suceden estas cosas”, disparó. Hoy será un día clave para arreglar la salida del Tano y empezar a definir quién será el nuevo conductor de un barco que aún no se hunde, sí, pero que volvió a sumar un nuevo episodio dramático justo en semanas –el próximo rival es Nueva Chicago- donde el equipo se juega la posibilidad de pelear el título hasta el final.



Pepe Tricanico