Pediculosis, un problema de chicos que preocupa a los padres


Con el reinicio del ciclo electivo vuelven a aparecer en el centro de la escena los piojos, insectos-parásitos que, de manera tan rápida como molesta, comienzan a sembrar la cabeza de los más chicos. Y a llenar de preocupaciones la de los padres.

Como los estudiantes, ellos parecen tomarse vacaciones durante el verano. Sin embargo, con la vuelta al cole vuelven a la carga y en pocos días dicen “presente” en las cabelleras de los infantes.

Según indicaron desde varias farmacias de la región, en los últimos días las consultas por piojicidas "crecieron un 25 por ciento" y, adelantaron, se prevé que en las próximas semanas ese número aumente aún más por lo que podrían subir las ventas.

“La gente ya empieza a preguntar precios porque comienzan a ver los primeros síntomas en sus hijos”, comentó un farmacéutico que trabaja en un local ubicado en la calle Boedo, en pleno centro de Lomas.

Y completó: “No hubo un gran incremento en las ventas, pero es normal porque generalmente empiezan a crecer después de la primera quincena de clases”.

El pediculus humanus capitis es un insecto-parásito que se alimenta de lo que otros seres vivos producen, y necesitan de un ambiente caluroso y húmedo (por eso la nuca es su lugar predilecto) para depositar sus huevos: las liendres.

Los especialistas en pediculosis reconocen que el contagio es más común entre los más chicos “porque pasan mucho tiempo juntos y realizan juegos donde hay un estrecho contacto de cabezas”.

Consultado al respecto, el director adjunto del Hospital Luisa C. Gandulfo, Nelson Donato, explicó que “cuanto menor es la edad, mayor es el riesgo por la simple cuestión de que los cuidados de higiene a la hora de jugar son menores”.

“De todos modos no hay que dejar de recodar que es una infestación a la que todos estamos expuestos porque no distingue edades ni clases sociales”, subrayó el facultativo a Info Región.

A la hora de buscar medios para combatirlos, las alternativas presentes en el imaginario colectivo son variadas y presentan un abanico que va de lociones médicas hasta la tradicional kerosene utilizada décadas atrás, o el vinagre, como remedio casero. Aunque no todas son eficaces y algunas de ellas son tan peligrosas que hasta pueden llevar a la intoxicación del tratado.

Sobre esta cuestión el profesional de la salud afirmó que “la mejor forma de prevención es el control diario" y "el uso de elementos físicos como el peine fino”.

“Si ya tiene piojos se puede usar algún medicamento para matarlos, pero nunca hay que dejar de revisar ni de sacar las liendres”, aconsejó.

Con respecto al uso de sustancias combustibles como kerosene, alcohol o insecticidas en aerosol –de habitual uso en los sectores con menores ingresos económicos-, el directivo del Gandulfo remarcó “su peligrosidad” y advirtió que “existen vías económicas que también son efectivas”.

“Para desinfectar la cabeza totalmente existen varios elementos naturales. Hay preparados a base de cítricos como la bergamota y tratamientos que sólo requieren de un frasco de vaselina y un peine fino”, indicó Donato a este medio.