“Hay perros que por sus orÃgenes son más agresivos pero todo depende de cómo se lo crÃe. Si se lo mantiene aislado, atado y sin proporcionarle afecto crea cierta agresividad”, indicaron los especialistas. Esos tratos pueden provocar que el animal ataque sin razón aparente.
Este fin de semana se registró una nueva muerte de un bebé de 1 año, cuando fue atacada por dos perros rottweiler, que la familia tenÃa en su vivienda. Esto trae a escena el debate acerca de la agresividad de los animales de cierta raza.
Todo ocurrió en una vivienda, ubicada en Carlos Gardel y Constitución de Varela. Una mujer habÃa dejado a su hijo al cuidado de una sobrina de 19 años. El chiquito se despertó, abrió una puerta y fue atacado por dos perros que eran de la casa. Este hecho se suma al ocurrió hace un mes en Quilmes cuando un niño de 3 años fue atacado por el perro de su casa y terminó en el hospital con graves mordeduras.
La gente, en su gran mayorÃa, por seguridad busca animales grandes y socialmente conocidos por su agresividad como son los rottweiler o los dogos, habitualmente conocidos como perros de pelea. Muchas veces se prefiere a estos animales para que cuiden la vivienda y para que eviten que alguna persona extraña entre al domicilio.
Sin embargo, la finalidad de la seguridad ante robos o ataques se convierte en un gran peligro para los habitantes de la casa, en especial, si tienen niños chiquitos que desconocen la agresividad de ciertos animales.
“Cuando a nosotros nos consultan acerca de llevar un perro les recomendamos a las familias con chicos que se lleven un perro pequeño, ya que tienen otro carácter y pueden ser un estupendo compañeros para los niños”, indicaron desde la veterinaria Sur de Lomas de Zamora.
Y agregaron: “En el caso que quieran un perro grande por el tema de seguridad se le recomiendan que lo eduquen y que le brinde cuidados necesarios. Tratándolos bien, alimentándolos y no atándolos por horas y pegándole porque eso es lo que forma en ellos la conducta agresiva que después puede terminar en desgracia”.
Y la recomendación por excelencia a una familia con un recién nacido es “mostrárselo al animal” con la supervisión del dueño para que sepa que es un miembro más de la familia y no un extraño.