Día de los Muertos, un festejo muy arraigado en Jujuy

Ayer fue el Día de Todos los Santos y hoy es el de los Fieles Difuntos.

Día de los Muertos, un festejo muy arraigado en Jujuy

Las familias jujeñas recordaron a sus fieles difuntos en su día con la visita a los cementerios y la participación en misas programadas por la Diócesis de Jujuy, pero también desde cada hogar con oraciones en una jornada de receso laboral en la provincia con el fin de conmemorar estas actividades muy arraigadas en la cultura local. El festejo del Día de los Muertos está muy arraigado en esta provincia y otras regiones.

Desde temprano, el público se acercó masivamente a los cementerios con ramos de flores, coronas, velas y con un fuerte sentimiento de fe en la vida eterna para rezar por sus familiares y amigos que ya no están sobre la tierra. Muchos concurren también por las tardes pero siempre antes de levantar las mesas con ofrendas de masas de pan que las familias elaboraron con sus propias manos, o bien fueron adquiridas en ferias que se habilitaron por la conmemoración de los fieles difuntos.

Esta acción invita al encuentro familiar para compartir las oraciones y luego de la visita de las almas en cada hogar es cuando se desarma la mesa, que además de los panes que representan personas, animalitos, escaleras y otras figuras, contiene platos de comidas y bebidas que eran del gusto de las personas fallecidas durante su vida terrenal junto a sus fotografías.

En la ciudad capital se habilitaron los cementerios Nuestra Señora Del Rosario y El Salvador con misas que fueron oficiadas por el obispo de Jujuy Daniel Fernández. También la concurrencia fue muy fluida en las necrópolis de Perico, San Pedro y Libertador General San Martín.

En tanto, en los parajes de la Quebrada de Humahuaca o la Puna jujeña, se entremezclaron la idiosincrasia y el sincretismo entre los conceptos de la Iglesia y las manifestaciones de raíz originaria, como las “chayadas” a la Pachamama, que se realizaron como cada año en los sitios lindantes a la morada de la persona fallecida.

“Ellos dejaron una herencia y recuerdos que nos permiten transitar por este mundo con la mirada puesta en lo alto y con lágrimas por la partida del ser querido que todavía nos sacude y nos duele profundamente pero que nos hace mirar el más allá, el destino final con esperanza”, expresó hoy el párroco de Tilcara Carlos Alfaro al encabezar un oficio religioso en el cementerio local . “Por eso hoy celebremos con un poco de tristeza porque no los tenemos entre nosotros pero con la alegría plena de saber que han cumplido su tarea en su paso por la vida terrenal”, agregó.

La celebración

Ésta celebración se realiza con mayor fervor en la Quebrada y Puna Jujeña. Los preparativos comienzan los últimos días de octubre con la preparación de las mesas para las almas.

Se cree que las almas visitan los hogares el 1 de noviembre al mediodía y se van el 2 a la misma hora, por eso las familias preparan mesas con ofrendas para esperarlos. Las ofrendas se realizan con masa de harina, se realizan con diferentes formas, no puede faltar la cruz que preside la mesa, los ángeles para que ayuden a las almas a bajar, la escalera para que las almas bajen y suban nuevamente.

Los familiares encargan la misa para el difunto, encienden velas a las imágenes veneradas en el hogar y rezan el Santo Rosario. Al día siguiente visitan las tumbas donde además de elevar oraciones dejan coronas confeccionadas con flores de papel, plástico y flores naturales. Luego se regresa al hogar y en familia se levanta la mesa y se reparten las ofrendas, pero se guarda una ración para ofrecer a la Pachamama.