"Sin luz, no hay vida; que no los apaguen"




Joaco es uno de los tantos chicos electro-dependientes. Su familia emprendió una ardua lucha para que se contemple su situación porque él sin luz no vive. Necesita energía eléctrica en su vivienda y las boletas llegaron con valores exorbitantes tras el tarifazo.

Joaquín nació de forma prematura. Llegó a este mundo casi tres meses antes de lo previsto y con un peso de apenas 700 gramos. El desarrollo de los órganos del bebé continuó fuera del útero materno y las complicaciones aparecieron. Estuvo un año internado, la mayor parte del tiempo en terapia intensiva.

Enfrentó más de 10 cirugías, algunas de ellas del corazón e intestino. Joaquín padece displasia broncopulmonar e hipertensión pulmonar. Hoy, a más de dos años de su nacimiento, permanece con internación domiciliaria, aunque por algunas complicaciones respiratorias tiene varias ingresos a la clínica e internaciones.

Los padres acondicionaron su hogar para poder cuidarlo, ya que es oxígeno dependiente y “tiene que estar 24 horas con un concentrador de oxígeno para poder respirar porque, sino, le baja la oxigenación y puede hacer un paro cardiorrespiratorio”. Desde hace tiempo reclama, junto a familiares de otras personas electro-dependientes, una ley que los ampare y una tarifa diferenciada.

En las últimas horas, comenzó la difusión de un spot en el que aparecen imágenes de varios chicos y chicas electro-dependientes, en el marco de una campaña en la que lo único que se pide es #LuzParaEllos. “Sin luz no hay vida, que no los apaguen”, es el mensaje.

MDA de la Redacción de Info Región