Las vidrieras muestran carteles alusivos al Día de la Madre y las promociones son tentadoras, pero los comerciantes no creen que la fecha servirá para que haya un repunte en las ventas, tal como sucedía en años anteriores. La incertidumbre reina entre las cámaras de comercio, que admiten un panorama “desalentador”.
El 21 de octubre será el Día de la Madre. Solía ser una fecha esperada por los comerciantes, por el salto en las ventas, pero este año llega tras meses de caída en las ventas minoristas y las esperanzas se diluyen.
“Es un presente con muchas dificultades y desalentador. Esperamos que repunten las ventas, pero el panorama es muy complicado”, planteó Martín Cao, titular de la Cámara de Comercio e Industria de Almirante Brown.
Precisó que hubo una “leve mejoría” pero desde junio “se complicó muchísimo” y “la crisis se acentúo a partir de agosto”. “Ojalá que no seamos espectadores de cierre de locales pero la situación está muy difícil”, alertó Cao en diálogo con Info Región. El mes pasado, este medio advirtió sobre cierre de comercios en Lomas de Zamora.
El titular de la Cámara de Comercio lomense, Alberto Kahale se expresó en igual sentido que su par de Brown: “Nos preparamos para vender, pero las expectativas no son buenas porque no hay síntomas de que la situación repunte; al contrario, cada día se enfría más la economía”, lamentó.
La esperanza en que haya buenas ventas para homenajear a las madres es lo último que pierden los comerciantes, pero no esquivan la mirada de la realidad. “Somos positivos y la expectativa es vender, pero la verdad que el panorama es crítico y los negocios venden menos cada mes”, lamentó. De hecho, el antecedente inmediato es el Día del Niño, cuando las ventas cayeron.
Roberto García Prada, de la Cámara de Avellaneda, admitió que “las expectativas están puestas en ese día pero hay una gran caída de ventas”. Recordó que, habitualmente, dos semanas antes de la fecha (este año cae el 21 de octubre), se potenciaban las ventas, pero ahora “el sector viene de dos meses muy malos”.
“Después del Día del Niño entramos en una meseta, pero a partir de mediados de agosto y todo septiembre volvió a ser todo muy malo”, advirtió García Prada, quien reconoció que “dadas las circunstancias del poder adquisitivo de la gente es muy difícil que un posible repunte sea muy positivo”. “De todas maneras, esperamos levantar un poco las ventas para poder sostener los gastos por las pérdidas de septiembre”, agregó.
