El escultor Juan Carlos Mercurio realizó el busto de Julio Cortázar exhibido la semana pasada en la esquina Maipú y Belgrano, donde pretende ser instalado, en honor al centenario del natalicio del reconocido artista literario.
“Es un compromiso muy grande el de hacer (el busto de) una persona tan reconocida”, aseguró Mercurio, al tiempo que destacó “el orgullo” por la convocatoria, a la que calificó también como un “desafío” y “aprendizaje”. ¿Por qué? Porque en el busto era importante transmitir la “figura espiritual” a partir de la mirada, a partir de fotos.
Un mes de trabajo… Eso es lo que le llevó a Marcurio la realización del busto. “Es una creación en la que te vas metiendo, vas conversando con él y te hacés partícipe de la persona… A lo último ya sabía cómo era él”, contó. Aseguró, en ese marco, que realizará un nuevo busto para “perfeccionar” la obra.
La historia del maestro. El niño, que comenzó tallando tizas en la escuela y por las cosas de la vida tuvo que dejar de lado su talento, volvió al ruedo cerca de los 50 años porque “los genes empujan y van sacando lo que uno tiene que ser”. “Tengo que dejar algo”, aseguró a Info Región el hombre, dando cuenta de lo que lo impulsó a la escultura.
Hoy, a sus 74 años, aseguró: “Ahora sé lo que es el arte y la satisfacción de hacerlo” y la importancia de que la gente “se interese” y les produzca algo.
El artista detrás del busto de Cortázar
