Histórico: El Arsat-1 ya viaja al espacio


La noche de la Guayana Francesa se convirtió en día al momento del lanzamiento del cohete que porta el ARSAT-1, el primero que se produce en Argentina, en un hecho histórico que arrancó lágrimas y aplausos en el centro espacial de la Guayana francesa.

Noventa segundos antes del despegue todos los presentes en la sala de control "Júpiter" del centro espacial de Kourou salieron a las terrazas y con la ayuda de las luces de la plataforma de lanzamiento se orientaron en la noche.

Cuando la cuenta regresiva llegó a cero el suelo tembló y en dirección al cohete se produjo un sorpresivo amanecer que convirtió todo en día.

Segundos después llegó el sonido del bramido de los motores del Ariane 5 que ya trepaba a una velocidad de más de siete mil kilómetros por hora.

El cohete atravesó las nubes y a través de ellas fue dejando una estela cada vez más grande mientras subía cada vez más rápido hasta que estallaron los aplausos y las lágrimas.

Ahora el Ariane 5 se encamina a inyectar en sus órbitas de entrega al intelsat-30 y al ARSAT-1.



El proyecto. Arsat-1 demandó 270 millones de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital 81, codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas, y con el Reino Unido en espera en la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

El riesgo de pérdida de la posición orbital se remonta a cuando la empresa Nahuel tenía el servicio satelital privatizado y debía construir el segundo Nahuel-SAT, pero discontinuó la actividad; en 2006, el gobierno de Néstor Kirchner decidió crear Arsat.

En 2007 el primer Nahuel-SAT salió de servicio por acabar su vida útil y Argentina debió alquilar el AMC 6, desde donde irán migrando los servicios hacia el flamante satélite geoestacionario nacional.