En seis años aumentó un 46% la cantidad de donantes de sangre


En los últimos seis años el número de donantes de sangre creció un 46 por ciento en la provincia de Buenos Aires, al pasar de 219.213 en 2007 a 321.421 en 2013. También aumentaron los que donan solo "por compromiso social" y no solo por la necesidad de un ser querido, al pasar del 22 al 34 por ciento del total en ese mismo periodo.

Los datos fueron dados a conocer hoy por el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, poco antes de la apertura del 28º Encuentro Provincial de Hemoterapia, que se lleva a cabo anualmente en Villa Gesell.

"Nuestro equipo de hemoterapia no ha dejado de trabajar y de promover la donación de sangre y, afortunadamente, esa labor permanente y comprometida está dando sus frutos", expresó Collia. Y contó que en un año "la Provincia realizó más de 400 colectas externas de sangre en 90 distritos, con la participación de 12 universidades, sindicatos y organizaciones sociales".

Nuevo perfil de donantes. Las cifras, explican los especialistas, vienen a confirmar una nueva tendencia: existe un cambio en la cultura de la donación de sangre y en el perfil del donante. "Hoy es más joven, comprometido y responsable", dijo Collia durante el encuentro para la Administración y Organización de la Hemoterapiade la Provincia de Buenos Aires.

Sucede que, de acuerdo a la estadística del Instituto Provincial de Hemoterapia, mientras en 2003 la edad promedio del donante era de 42 años, en la actualidad es de 33.

"Si hablamos de cambio de cultura también tenemos que mencionar la mayor predisposición para la donación solidaria, es decir aquella que se realiza por compromiso social y no sólo ante la necesidad de un familiar o amigo", explicó la directora del organismo, Nora Etchenique.

Es que diez años atrás sólo el 8 por ciento de quienes se acercaban a donar lo hacía por propia voluntad. Ahora, el 34 por ciento de los donantes da su sangre para ayudar a un desconocido. "Este nuevo donante es una persona bien informada y generosa, que se cuida y que cuida a los demás", agregó Etchenique.

Por su parte, el ministro insistió en la importancia de entender que no hay sucedáneo artificial que pueda reemplazar a la sangre, de modo que siempre es necesaria y más hoy, cuando existe una mayor demanda por parte del sistema de salud público, que atribuyó a que "los hospitales brindan cada vez más servicios, realizan nuevas y más complejas intervenciones, hay un incremento de los trasplantes tanto de tejidos como de órganos y más camas de internación".