Las dos mujeres denunciaron que fueron víctimas de constantes y brutales golpizas por parte de sus respectivas parejas. Hoy, ambas se encuentran en el banquillo de los acusados por haberlas matado.
El caso de Beatriz López. El juicio ingresa hoy en la etapa de alegatos. Es juzgada por el homicidio de Gastón Márquez, al que acusó de golpearla, violarla y hasta apuntarle con un arma en la cabeza a la pequeña hija de ambos.
Durante la última audiencia se dio a conocer el informe psiquiátrico del Cuerpo Médico Forense y, según comentó a Info Región la abogada de la mujer acusada, Raquel Hermida Leyenda, los profesionales precisaron que Beatriz López está “en su sano juicio” y que sufrió un “Trastorno Mental Transitorio, que duró escasos minutos y la hizo actuar de esa manera”. Aseguró, en ese marco, que irá “por la inimputabilidad”.
La mujer está acusada de “homicidio agravado por el vínculo”, por el crimen sucedido hace dos años. Ella reconoció haberlo matado, pero contó los tormentos vividos para llegar a tal punto. El hecho sucedió en 2012. Gastón Márquez (23) y Beatriz López (36) vivían, junto a su beba, en una casa de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora. Según comentó, era sometida a situaciones de tormento y violencia de género por parte del policía, y en una de esos episodios, tomó su arma reglamentaria y le disparó en la cabeza. El proyectil impactó en la sien y murió en el acto; ella, tomó a la pequeña y huyó. Hoy, está recluida en su casa, con prisión domiciliaria.
El caso de Nora Amaya. Tiene 33 años, dos hijos y es juzgada por el homicidio de su pareja. Denunció que era víctima de violencia de género. Ya se realizaron audiencias en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, en las que declararon testigos, y mañana se darán a conocer los informes de los peritos.
La mujer de 33 años se encuentra detenida por la muerte de su entonces pareja, Claudio Velázquez. Denunció que durante 10 años de relación, fue víctima de violencia de género y el 29 de diciembre de 2012, intentando defenderse, lo mató con un cuchillo.
Amaya se entregó luego de ir al hospital y enterarse del fallecimiento de su esposo, y permanece privada de su libertad hasta este momento acusada de “homicidio simple”, a pesar del pedido reiterado por parte de la defensa de que se le otorgue la prisión domiciliaria, ya que tiene dos hijos menores de 5 años.
Avanzan juicios a mujeres víctimas de violencia acusadas de homicidio
