Quedó firme el procesamiento y la prisión preventiva para Azcona


Cámara del Crimen dio por "desistido" el recurso de apelación presentado por la defensa de Lucas Azcona al procesamiento dictado en primera instancia por el juez de la causa, Luis Zelaya, con lo que el joven quedó en los umbrales del juicio oral.

Los voceros explicaron que la decisión judicial quedó firme porque la defensa del detenido, ejercida por el abogado Jorge Borgo, "no asistió a la audiencia oral prevista para hoy para analizar su recurso".

Azcona fue procesado el 25 de noviembre último por el juez Zelaya quien sostuvo que "se ha acreditado que actuó con un claro sentimiento de animadversión -concretizado en el odio- hacia el género femenino".

El magistrado le imputó la figura prevista en el artículo 80, inciso cuarto, del Código Penal, que impone reclusión o prisión perpetua para quien mate "por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión".

En aquella resolución, el magistrado especuló con la posibilidad de encontrar el origen de ese resentimiento en "la fría, conflictiva y violenta relación" con su madre, tal como lo interpretaron los peritos.

Según el procesamiento dictado, Azcona estaba en la madrugada del 15 de julio pasado a la búsqueda de una víctima que respondiera a un parámetro determinado desde el punto de vista físico, pero que se adecuara al género femenino y que estuviera en soledad.

Para el juez, en estas circunstancias, lel joven divisó a la estudiante chilena cuando salía por la boca del subte "A" en la estación Castro Barros, a una distancia aproximada de 25 metros, y allí tomó la decisión de asesinarla.

De acuerdo a Zelaya el "móvil" habría sido "el profundo odio" que Azcona siente hacia el género femenino, lo que quedó reflejado en los rasgos de misoginia descriptos en el peritaje psicológico.

El hecho. Nicole, una joven chilena que estudiaba en Argentina, fue asesinada el 15 de julio cuando volvía de bailar y fue atacada de 11 puñaladas en la puerta del edificio en el que vivía, situado en Don Bosco 4109, de Almagro.

A cuatro meses del hecho, Azcona fue entregado a la Justicia por su padre y su hermana cuando lo reconocieron en las grabaciones de cámaras de seguridad que fueron incorporadas a la causa y difundidas por la prensa.

Luego, los cotejos de ADN confirmaron que eran suyos los rastros de sangre de un hombre que habían quedado en la escena del crimen, ya que el asesino se cortó mientras apuñalaba a la joven chilena.