El impacto de la pirotecnia en los animales


Durante las Fiestas, el uso de bombas de estruendo y fuegos artificiales es habitual y motivo de diversión para muchos; sin embargo, para los animales representan un gran temor, pueden escapar de sus casas y las consecuencias pueden ser fatales.

“Estamos tratando de que la gente piense en el sufrimiento de los animales, básicamente por el impacto del ruido. Muchos se asustan, se escapan, y algunos se infartan. Esos minutos de disfrute para la gente representan un enorme sufrimiento para los perros”, expresó Anita Martínez en diálogo con Info Región. La actriz fue ganadora, junto al Bicho Gómez, del concurso Bailando por un Sueño, en representación del refugio “San Francisco de Asís”. “Hay muchas maneras de pasar una navidad hermosa sin hacer ese ruido ensordecedor”, sostuvo, haciendo un llamado a la reflexión.

Efectos. Marcela Gorla, referente del refugio “El Campito”, indicó que para los perros, la pirotecnia significa “estar en un campo de batalla”. “Se asustan mucho, se desorientan, sufren de aturdimiento, de taquicardia… en fin, sienten que se van a morir”, apuntó, en coincidencia con lo manifestado por la actriz.

Explicó que los animales “tienen el oído 4 ó 5 veces más sensible” que los humanos, por lo que “sufren muchísimo” durante las Fiestas. Mariela, de “Callejeritos”, apuntó que aquellos perros que acarreen alguna enfermedad del corazón “la pasan aún peor”.

El mensaje. “La pirotecnia les hace muy mal a los perritos, pero también a los ancianos y a los nenes chiquitos. Un avance es que se ha prohibido en algunos municipios la venta y el uso. Pero hay que seguir trabajando”, señaló Gorla en diálogo con este medio.

En cuanto a la repercusión que generan las campañas realizadas, sostuvo que “sigue habiendo pirotecnia” y que la concientización es “un largo camino”. “Hay que seguir trabajando, pero a nivel nacional”, sumaron desde “Callejeritos”.

Recomendaciones. “Nosotros aconsejamos que, si van a dejar a los perros solos, no los dejen atados en una terraza o en un balcón, porque tienen tendencia a tirarse. También tienen que tenerlos identificados con una chapita que diga el nombre y un teléfono, porque si tienen alguna salida, suelen escaparse. Lo ideal es dejarlos en una habitación, con su cucha, agua y música, para amortiguar los impactos”, precisaron desde “El Campito”.

Muchos son los que deciden sedar a los animales por temor a que escapen y sean atropellados por autos, ya que no están acostumbrados a estar en la calle. En este punto, Gorla aclaró que “es fundamental consultar con un veterinario”.