Lo dieron por muerto por 4 años y vivía en Brasil


Tras la desaparición del empresario misionero, en 2011, lo buscaron por tierra y aire, con helicópteros, buzos y un gran número de agentes que no pudieron encontrar rastros, y todos lo dieron por muerto. A partir de ese momento, comenzaron una serie de especulaciones sobre su muerte. Lo que sí se pudo conocer es que el hombre era dueño de una empresa dedicada a la informática y algunos emprendimientos turísticos en Oberá y que tenía un importante caudal de deudas que le impediría seguir con su actividad.

Luego de desaparecer Leites, una joven con la que mantenía una relación amorosa clandestina partió a Brasil. Con ella formó pareja en Curitiba y tendrían un hijo pequeño. Sin embargo, cuando ya había pasado al olvido, increíblemente reapareció a través de las redes sociales. Primero se contactó con una vieja amiga: "No estoy muerto, estoy de parranda, jajajaja", fue el mensaje que le envió.

Leites no tuvo mejor idea que irponiéndose en contacto con algunos de sus amigos. Incluso con aquellos que habían participado del operativo de búsqueda. Su padre, Bernabé, admitió que hace más de un año su hijo lo llamó para decirle que estaba en Brasil y que le iba a contar lo que pasó realmente, pero nunca volvió a contactarse. Sin embargo, el empresario dio un paso en falso y comenzó a subir fotos a Facebook. "Me fui porque no tenía otra opción; fue por motivos de seguridad mía y de mis familiares", le dijo a un medio local.

Fuertes denuncias. “Ariel hizo desastres en Oberá. Estafó a un montón de gente, desde empresarios hasta los kioscos del barrio. No pagaba los alquileres y algunos le tenían marcado. Llegó un momento que debía demasiada plata, parece que se metió con usureros y no le quedó otra que hacerse el ahogado. Nunca encontraron el cuerpo, sólo una malla, y desde el principio los que lo conocíamos sospechamos de algo raro, que era capaz de hacer cualquier cosa”, comentó un allegado al diario El Territorio Digital.

La causa podría modificarse en caso de constar denuncias previas por estafas, y la Justicia podría ordenar su captura.