Fue acribillado en su auto, creen que fue un ajuste de cuentas


En Temperley, un integrante de la comunidad gitana recibió “más de ocho disparos” en plena calle. Murió en el acto y la principal hipótesis es que fue un “ajuste de cuentas” ya que no le robaron el auto ni objetos personales.

El hecho sucedió en la intersección de las calles General Hacha e Indalecio Gómez el jueves por la noche.



Gabriel Maceiras, según informaron desde la comisaría de Temperley, había estado detenido durante seis meses por “robo de mercadería en tránsito”, lo que comúnmente se denomina piratería del asfalto.

Hipótesis.

“Nos resultó muy llamativo el hecho porque no le robaron absolutamente nada. El muchacho tenía cadenitas de oro, celulares, dinero, y de hecho llevaba un par de zapatillas recién compradas en el asiento trasero. También nos sorprendió la saña con la que fue asesinado, recibió más de ocho disparos, de los cuales uno le impactó en el rostro y el resto en el pecho”, indicó en conferencia de prensa el segundo Jefe Departamental de Lomas de Zamora, Germán Rustom.

Todo indica que se trató de un ajuste de cuentas, pero la Policía debe investigar también si fue contra su persona o para amedrentar a algún familiar. Es que el automóvil en el que se movilizaba pertenecía a su hermano mellizo, quien finalmente socorrió a la víctima y lña traslado al hospital Luisa Cravena de Gandulfo, a donde llegó sin vida.



Los agresores. El comisario Valerio Gallo, de Temperley, sostuvo que habrían sido dos los hombres que viajaban a bordo del Chevrolet Corsa del cual provinieron los disparos. Además, Rustom señaló que los vecinos habrían advertido, días antes, la presencia de un auto merodeando en las inmediaciones de la vivienda de Maceiras.

“Según las pericias que se pudieron llevar adelante, todos los disparos salieron del mismo arma, una 9 milímetros”, detallaron.

La investigación. Recayó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Aún no se ha podido identificar a las personas que iban a bordo del auto que atacó a la víctima, motivo por el que no hay detenidos.