Fiesta, color y murga en Escalada, un barrio carnavalero


Remedios de Escalada tiene tradición carnavalera, desde hace décadas las murgas dan alegría a las tardes y noches, especialmente con la recuperación del Carnaval. Y para las murgas es el día especial, es ese fin de semana extra-largo esperado durante todo el año. Afinan instrumentos, se calzan la vestimenta colorida y con un poco de maquillaje, salen a repartir alegría.

Este lunes, cientos de vecinos se congregaron en la plaza Mariano Moreno para disfrutar de la fiesta del carnaval. A partir de las 17.30, el espacio verde ubicado frente a la estación de trenes comenzó a recibir gente, chicos, grandes, familias enteras y grupos de amigos… todos dispuestos a pasar el feriado de la mejor manera y esperando el espectáculo que se extendió hasta la noche.



Reconocido por todos, el Carnaval de Escalada prosigue con la tradición de un barrio que hace años propone coloridos festejos. Sin ir más lejos, las fiestas que se realizaban en el Club Atlético Talleres hace algo más de dos décadas, pasaron a las calles y llegaron a la plaza, al “patio del barrio”, como define David Herrera, integrante de la murga “Escalando Sin Remedios”, que ayer participó de la celebración, junto a otras agrupaciones que llegaron desde Banfield y Capital Federal.

La jornada. Cuando el sol dejaba de “pegar fuerte”, las personas se fueron acercando a la plaza Mariano Moreno. Algunos se acercaron con el mate y los más chicos corrían por todo el predio, en busca de la hamaca libre o el pasamos.

La murga banfileña “Magia Verde” fue la que dio inicio a la celebración; “Lima Limón”, de Remedios de Escalada, fue la segunda en presentarse. “Cachengue y Sudor”, de Capital Federal, seguía en la rutina, que finalizaba con la presentación de “Escalando Sin Remedio”, de Escalada. “El Sindicato del Güiro”, fue la banda que dio cierre a la jornada.



Y el marco fue carnavalesco. No podía ser de otra forma. Los chicos dejaron los juegos y fueron en busca de la espuma en aerosol. “¿Me comprás mamá?”, se escuchó decir a más de un nene, mientras tironeaba de la ropa de la madre. Y mientras tanto, tres chicos salían corriendo y jugando a la tradicional “guerra de espuma”, que –parece- llegó para quedarse.

Además, se instaló una parrilla para que los vecinos pudieran acceder a alimentos a precios económicos. “Parrilla a precios populares”, arengaba el parrillero, ofreciendo hamburguesas y choripan.

Escalando Sin Remedios. “Volvieron los carnavales a la calle”, celebró David Herrero, miembro de la agrupación que vistió de violeta y rojo al barrio. “La idea es pasarla bien entre todos y Escalada es un barrio muy carnavalero, tiene mucha tradición”, explicó mientras sus compañeros desenrollaban la bandera y preparaban los instrumentos.

Recordó que luego de los carnavales en Talleres, se hacían por la calle Rosales y luego llegaron a Beltrán. “Hemos tomado la plaza ahora”, dijo con una sonrisa que no le entraba en la cara.

“Hubo momentos feos, que se han quitado los feriados. Han vuelto y es un poco contradictorio porque si bien con el municipio no tenemos ningún problema, podemos ensayar y presentarnos; hay murgas compañeras en zona oeste que son prohibidos”. Contó David, al tiempo que bregó por “seguir luchándola” y “recuperar el espacio para todos”, dando cuenta del compañerismo que existe en murgas y corsos, unidos por una misma pasión.

El presente de la murga. “La gente le va tomando el gustito, vienen más familias. Se dan cuenta del esfuerzo que hacemos, porque es todo a pulmón y autogestivo”, explicó el murguero, al tiempo que calificó como “espectacular” el momento que atraviesan por estos días. “Lo esperamos todo el año. Es nuestro año nuevo”, celebró. Además, destacó que es el momento en que “se suma mucha gente nueva, que le da cambio de aire al grupo”, al que describió como “la segunda familia”, un “espacio de reunión, amistad y artístico”.