Copiloto ocultó tratamiento psiquiátrico


La fiscalía de Düsseldorf informó hoy que el copiloto investigado por estrellar de forma voluntaria el avión de Germanwings en los alpes franceses tenía un certificado médico de baja por enfermedad que había roto y ocultado a la empresa, así como otros documentos que demuestran que estaba en tratamiento psiquiátrico.

Por otro lado las fuentes negaron que en los allanamientos realizados en el domicilio de Andreas Lubitz, alemán y de 27 años, se hubiera encontrado una carta de despedida.

La información oficial avala lo publicado hoy por el diario alemán "Bild" que señala que el copiloto que habría provocado la muerte de las 150 personas, entre ellos tres argentinos, estuvo seis meses bajo tratamiento psiquiátrico antes de completar su formación.

Información sobre el copiloto. Estuvo seis meses bajo tratamiento psiquiátrico antes de completar su formación.

Las razones por las que Andreas Lubitz, de 27 años, interrumpió su formación en 2009 se debieron a una grave depresión.

La edición digital del semanario "Der Spiegel" afirmó, además, que en los registros realizados ayer durante horas en las dos viviendas del copiloto -la de sus padres y la propia, en Düsseldorf- se incautaron informes que respaldan la tesis de los trastornos psíquicos.

El "grave episodio depresivo" al que se refiere el "Bild" quedó constatado, según la publicación, en el acta sobre el copiloto del departamento de tráfico aéreo alemán bajo el código "SIC", que se refiere a la necesidad de que el afectado se someta a "revisiones médicas regulares".

La interrupción prolongada del copiloto durante su formación fue reconocida ayer por el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, aunque no ahondó en la información, recordó la agencia EFE.

Esto desató rápidamente las especulaciones en distintos medios, apuntando a una depresión o "burnout", el síndrome del 'quemado' por estrés laboral.

Los investigadores de la caída del Airbus A230 de la empresa Germanwings creen que el copiloto rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruirlo" por razones que se desconocen.

Así lo informó ayer el fiscal de Marsella encargado del caso, Brice Robin, que, basado en el audio de caja negra que se recuperó, comentó que el copiloto aprovechó que el comandante deja la cabina -presumiblemente para ir a hacer sus necesidades- para encerrarse allí y tomar el mando.

Pese a esto aseguró que "en este momento, nada permite decir que se trata de un atentado terrorista", comentó el funcionario judicial.

El avión de Germanwinds, que se dirigía de Barcelona (España) a Düsseldorf (Alemania) se estrelló el martes lo que provocó la muerte de 150 personas, entre ellos tres argentinos: Juan Armando Pomo, Gabriela Maumus y Sebastián Grecco.

Los trabajos para recuperar elementos del fuselaje que puedan ayudar a la investigación se retomaron hoy en cercanías de la localidad francesa de Seyne-les-Alpes, entre ellos la segunda caja negra que todavía no fue hallada.