La condena por rociar con alcohol y prender fuego a Fátima Catán, quien murió por la gravedad de las lesiones, se dio a conocer en dos tramos. La semana pasada se dio a conocer el “fallo condenatorio” y ayer dieron a conocer la pena: 20 años de prisión para Martín Santillán.
La familia de Fátima destacó el fallo unánime del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Y celebró la condena pese a que la condena fue menor a la solicitada tanto por la querella como por la fiscalía.
Conformidad. La querella se mostró de acuerdo con la condena. “Siento felicidad. Mi hermana no va a volver, pero sé que se hizo justicia en nombre de ella. Fue un momento fuerte y duro, pero nos sentimos felices”, aseguró Nahuel, hermano de la joven fallecida.
“Tiene que ser contundente y ejemplificadora”, había advertido Gabriel Juricich, tras el anuncio del “fallo condenatorio”, y tras la audiencia de ayer señaló: “Yo esperaba el máximo de la pena, pero estamos conformes”. “Quizás esperábamos un poco más (por la condena) pero sabemos como es la Justicia. Yo creo que es un gran logro 20 años”, apuntó Nahuel Catán a Info Región.
Veredicto condenatorio. En la audiencia del 23 de abril, los jueces Eduardo Bancheri, Marcos Martínez y Darío Segundo no estuvieron presentes y fue el secretario del Tribunal el encargado de comunicar su decisión unánime de dictar un "anticipo de veredicto condenatorio". La familia Catán había rechazado la ausencia de los magistrados, a quienes acusaron de “falta de valentía”.
Condenado, pero en su casa. Martín Santillán, de 36 años, permanecerá, de todos modos, con el beneficio de la prisión domiciliaria, hasta tanto la condena por “homicidio simple en contexto de violencia familiar” quede firme.
Santillán no estuvo durante la lectura de la sentencia y la familia de Fátima aseguró que fue porque “ya sabía lo que le esperaba”. “Nunca le dio la cara para venir”, apuntó el hermano de Fátima.
“Mañana (por hoy) vamos a volver con el abogado para ver el tema de la prisión domiciliaria”, explicó a este medio Nahuel, al tiempo que dejó en claro: “Nosotros vamos por la lucha para que vaya a una cárcel, si se pudo esto también se podrá lo otro. La única lucha que se pierde es la que se abandona”. “El fallo quedaría firme si no lo apelan, y si lo hacen tendrán que recurrir a Casación, que puede durar seis meses. Si la Cámara confirma el fallo, automáticamente debería ir a prisión”, explicó Juricich.
El caso. Fátima Catán estaba embarazada de dos meses y convivía en Villa Fiorito con su pareja, Martín Santillán. El 23 de agosto de 2010 falleció en el Hospital del Quemado, en La Plata, donde estuvo cinco días internada debido las graves y múltiples quemaduras en su cuerpo. Había sido derivada desde el hospital Evita, de Lanús.
Fue rociada con alcohol y prendida fuego. Santillán declaró que fue ella la que se prendió fuego accidentalmente mientras que la familia denunció, desde el primer momento, que fue un femicidio.
Este fue uno de los casos emblemáticos a la hora de hablar de violencia de género en la Región y en el país. Es que el antecedente inmediato a este caso fue el de Wanda Taddei, quien murió en febrero de 2010 tras ser rociada con alcohol y prendida fuego. Por el caso fue condenado Eduardo Vázquez, quien era su pareja y padre de sus dos hijos.
Santillán fue condenado a 20 años de prisión, pero sigue en su casa
