La actividad se enmarcó en el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia Institucional, que se conmemora en Argentina en homenaje a las víctimas de la “Masacre de Budge”, que ocurrió el 8 de mayo de 1987 cuando los jóvenes Oscar Aredes, Agustín Olivera y Roberto Argañaraz fueron asesinados por policías.
Los acusados fueron condenados en 1994 a 11 años de prisión. Sin embargo, permanecieron prófugos mucho tiempo y recién fueron capturados en 1998 y 2006.
La movilización. La jornada comenzó a las 14, cuando numerosas organizaciones políticas y agrupaciones vecinales se reunieron en Camino Negro y Recondo de Ingeniero Budge, y de ahí, marcharon con banderas, repartiendo volantes y pegando carteles hasta la esquina de Guaminí y Figueredo, lugar donde ocurrió el fusilamiento.
Para Jorge Gómez, integrante de la Comisión de Vecinos de Ingeniero Budge, “el objetivo es la recuperación de la memoria histórica” del barrio. “El caso Budge demuestra que las organizaciones territoriales cumplen un rol muy importante, porque sino este caso hubiera quedado en la nada”, agregó.
En la esquina, los representantes leyeron un comunicado en el cual recordaron a las víctimas y manifestaron su “repudio contra la violencia institucional que se sigue practicando tanto en este gobierno, como en los anteriores”.
Luego, los manifestantes se dirigieron hacia la plaza de Budge, donde cerraron la jornada con presentaciones de bandas de rock y actividades culturales.
Una problemática que subsiste. “Esta jornada la venimos haciendo hace 28 años, no sólo para hacer memoria, sino porque hay casos de violencia institucional que se repiten”, expresó Gómez.
La Comisión de Vecinos de Ingeniero Budge se creó en 1985 “para reclamar por cloacas y desagües fluviales”, explicó. A pesar de su objetivo originario, cuando ocurrió la “masacre” los familiares de las víctimas acudieron a ellos porque eran “la única organización territorial que luchaba por algo”. “Violencia institucional fue lo que sucedió en la esquina de Guaminí y Figueredo, sí. Pero violencia institucional también es no tener cloacas, que en el verano abramos las canillas y no tengamos agua y todas las inundaciones que sufrimos al año”, detalló.
El caso. La denominada “Masacre de Budge” ocurrió hace 28 años. Agustín Oliveira (26), Oscar Aredes (19) y Roberto Argañaraz (24) estaban reunidos en la esquina de Figueredo y Guaminí cuando fueron atacados por tres policías Juan Ramón Balmaceda, Isidro Romero y Jorge Miño, los asesinos que luego intentaron simular un enfrentamiento.
En el barrio reaccionaron rápidamente para desenmascarar esa violencia que no era nueva y reclamaron justicia. El caso fue uno de los primeros en ser reconocidos como “gatillo fácil” y después de dos juicios, uno en 1990 y otro en 1994, se condenó al suboficial Juan Ramón Balmaceda, el cabo Juan Alberto Miño y el sargento Isidro Rito Romero a 11 años de prisión.
Sin embargo, los asesinos estuvieron varios años prófugos: Romero fue detenido recién el 9 de octubre de 1998; es decir, 11 años después del triple crimen. Miño fue capturado el 19 de septiembre de 2006, mientras que Balmaceda, fue encontrado por la policía el 2 de noviembre del mismo año.
Dos de las víctimas eran alumnos de la escuela Nº 58, ubicada en Campoamor y Ribera, donde los miembros de la asamblea dan charlas sobre la masacre.
Recordaron a las víctimas de la “Masacre de Budge”
