Ex combatientes de Lanús viajaron a Malvinas


Cerrar una herida. Archivar un recuerdo que, aun a 33 años, duele. Esa es la meta de los veteranos de Guerra que deciden volver a pisar el suelo gélido de Malvinas. Sentir el viento helado del archipiélago y echar a andar. Así al menos lo hicieron esta semana Juan Carlos Canepparo, Darío Maciel, Jorge Blanco y Luis Díaz, pertenecientes al Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Lanús.

La comitiva partió el viernes desde Aeroparque hacia la ciudad santacruceña de Río Gallegos. Allí, los ex combatientes hicieron trasbordo hacia las Islas, donde permanecerán hasta el domingo.

Los soldados que encararon la travesía resultaron ganadores de un sorteo realizado por el Municipio, que costeó los pasajes de ida y vuelta hacia el archipiélago.

Del concurso habían participado 30 ex combatientes y familiares de caídos en Malvinas. De esta última categoría, además, salió sorteada Norma Aída, esposa de un soldado caído que también viajó junto a los veteranos.

El viernes, el Aeroparque Jorge Newbery fue escenario de una emotiva despedida de la que participaron familiares de los soldados y miembros del Centro de veteranos, muchos de los cuales ya habían regresado a la tierra que 33 años antes había sido testigo de sus heroicas proezas en búsqueda de defender a la Patria.

Entre ellos se destaca Luis Orellana que, en diálogo con Info Región, recordó su regreso con mucha sensibilidad: “El viaje a Malvinas no es un viaje de vacaciones. Volver en cuerpo presente, con todo lo que te imaginaste durante 33 años, es un choque bastante fuerte”, admitió.

“A mí me pasó encontrar una parrillita que armé y que usábamos para calentar el agua. Es como si el momento en el que nos replegamos hubiese quedado congelado para siempre”, reflexionó el soldado.



Otras experiencias en la región. En octubre de 2014, cinco ex combatientes del centro lanusense y la hija de un soldado caído en el enfrentamiento también habían sido adjudicados con el sorteo del Municipio, “Viajar juntos hizo que fuera todo menos triste”, habían expresado a este medio.

Entre el 10 y el 18 de mayo de ese año una comitiva de veteranos de guerra oriundos de Esteban Echeverría también viajó. “Antes de ir, uno piensa que va a ser un cierre, pero te venís con muchas más preguntas”, había considerado Héctor Soto una vez que volvió a pisar Buenos Aires.