Una nueva audiencia marcó disidencias entre los peritos


En la sala del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 10 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora se llevó a cabo ayer la segunda audiencia por el crimen de Mónica Mareco, en el que se acusa al esposo de la víctima, Héctor Pared, de “homicidio agravado por el vínculo”.

Por el hecho, ocurrido en 2011 en la vivienda que ambos compartían en Lanús Oeste, declararon la madre de la víctima y los seis peritos que trabajaron en la causa.

Primero fue el turno de la suegra del imputado, que, según afirmaron fuentes judiciales desde el Tribunal Nº 10, “declaró en sintonía con lo dicho por su nieto en la primer audiencia”. Durante esa primera jornada de debates orales, el hijo del imputado y de la víctima había asegurado que la misma noche en la que se perpetuó el hecho, su papá se comunicó vía celular con él y le dijo que “se había mandado una macana”.

Luego, declararon tres de los seis peritos que intervinieron en la Investigación Penal Preparatoria, quienes en sus informes previos sostuvieron que Pared es “inimputable” debido al estado “emocional” en el que se encontraba al momento del hecho, postura que entra en sintonía con la planteada por la defensa del imputado, desde donde adelantaron que en la audiencia de alegatos solicitarán a los jueces su absolución.

Lo cierto es que, separado por un cuarto intermedio, se llevó a cabo una segunda reunión en la sala de informática del Colegio de Abogados, en la que participaron vía videoconferencia el resto de los peritos que investigaron el crimen, quienes desempeñan sus tareas en la ciudad de La Plata y, por ende, no pudieron asistir a la audiencia.

Sucede que los tres especialistas disienten con la postura de sus pares locales, ya que, a través de estudios psicológicos realizados al imputado, los peritos consideraron que el hombre se mantuvo “consciente” al momento de haber perpetuado el hecho.

De esta forma, la audiencia se retrasó más de lo habitual y finalizó cerca de las 15.



El hecho. Ocurrió durante la noche del 18 de agosto de 2011 cuando Héctor Pared (58) volvió a su hogar, ubicado en Dean Funes al 2800, tras un viaje laboral al interior del país que había durado más de una semana.

La pareja habría discutido sobre presuntas infidelidades de la mujer, quien quería terminar la relación. Fue baleada en la cabeza con un revólver calibre 32: tenía nueve impactos en la cabeza, dos en una de sus manos y uno en el torso.



La próxima audiencia. Si bien aún no se conoce la fecha de la próxima audiencia, está programada para la semana que viene y se llevará a cabo en la sala del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 10 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Se espera que declaren más testigos.