Está acusado de matar de un escopetazo a su vecino


El hombre está imputado por “homicidio simple” y llegó al juicio detenido. La causa fue elevada a juicio hace aproximadamente un año e interviene en la misma el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 del Departamento de Justicia de Lomas de Zamora. El fiscal a cargo es Jorge Bettini Sansoni.

El hecho por el que es juzgado Ángel Toribio Zaya ocurrió el 21 de enero del 2013 en la localidad de Glew, Almirante Brown, cuando un grupo de cuatro jóvenes habría atacado a su hijo para robarle un celular. Zaya enfrentó a los agresores y presuntamente disparó una escopeta tipo “tumbera”. Hernán Benitez, tenía 21 años, y murió en el acto.

El abogado defensor, Oscar Senturión, explicó a Info Región que Elías –hijo del acusado- “todavía hoy sufre las consecuencias del golpe”.

Pedidos de condena. Después de varias audiencias en la que declararon distintos testigos del hecho, los alegatos se presentaron el martes. En esa instancia, el abogado del particular damnificado solicitó 18 años de prisión para Zaya –quien está preso desde el día en que ocurrió el hecho- y la fiscalía pidió 10 años, porque “consideró que hubo atenuantes”.

Senturión, por otro lado, alegó que se trató un hecho de “legítima defensa” y pidió la absolución de su cliente.

Las últimas palabras. Antes de la lectura del veredicto, Zaya tendrá la posibilidad de pronunciar las últimas palabras en el juicio. Será hoy a las 9 en el Juzgado de Garantías 8 de los Tribunales de Lomas.

El hecho. En la madrugada del 21 de enero del 2013, en la localidad de Glew, Hernán Benitez y tres amigos se dirigieron a un quiosco ubicado en la intersección entre las calles Intendente Etcheverry y Espoyle a comprar bebidas.

En ese momento, se cruzaron con Elías Zaya, a quien habrían intentado robarle el celular. Según el relato, el joven recibió un golpe en la cabeza y se fue. Su padre, entonces, habría acudido a la casa de uno de los agresores y los enfrentó. Habría llevado consigo una escopeta tipo “tumbera” y disparó. Benítez murió en el acto.

“El fiscal acusa a mi cliente de haber ido a la casa de la víctima que vive a una cuadra y media y matarlo de un disparo con una escopeta y entiende que hubo dolo directo”, señaló el abogado defensor. Justificó el argumento de “legítima defensa” porque “Zaya quiso proteger a su hijo”.