Un semillero deportivo con sello local


Un pibe que se la pasaba haciendo jueguitos en cada potrero que gambeteaba en su barrio de Villa Fiorito pudo consagrarse como el mejor futbolista de la historia. Una joven lomense, de tanto darle a la bocha, se transformó en la máxima goleadora de la selección de hockey femenino, las aguerridas Leonas. Y una nadadora que, a fuerza de entrenamiento, pasó de nadar piletas en el Brown de Adrogué a cruzar el Río de la Plata. Si Diego Maradona, Alejandra Gulla y Noelia Petti lo hicieron posible, las jóvenes promesas que hoy se entrenan y compiten en la región, también tienen esperanza de lograrlo.

No superan los veinte años, pero entrenan desde que tienen uso de razón. Crecieron y se desarrollaron junto a la disciplina que practican, que de dedicarle tanto tiempo, ya no sólo les apasiona, sino que se lleva buena parte de sus vidas.

Sacrifican momentos de ocio y descanso y no abandonan los objetivos pese al esfuerzo que les conlleva, a la par, el estudio y la escuela. Con el apoyo de sus familias y de clubes e instituciones que sostienen e impulsan sus carreras, son verdaderas promesas y precoces talentos deportivos.



Un sueño con palo y bocha. Martina Triñanes tiene 19 años y forma parte de la línea A de hockey del Lomas Athletic, con el cual esta temporada obtuvo el ascenso a la élite metropolitana luego de disputar por primera vez en la historia la segunda división.

Su relación con el palo y la bocha se inició a los seis años, cuando su madre la llevó al club “de la vuelta” de su casa con la intención de que se divirtiera con sus amigas. Sin embargo, con el tiempo las cosas se pusieron más serias, al igual que su compromiso con la disciplina. “Con la competencia que hay actualmente y el nivel que estoy, lo compito para llegar a lo más alto y mejorar cada día”, sostuvo en diálogo con este medio.

En octubre, la joven integró la convocatoria del seleccionado juvenil argentino, que disputó una serie de amistosos como preparativos para la conformación del plantel de cara al Campeonato Panamericano 2016, que se llevará a cabo en Trinidad y Tobago y otorgará una plaza para el Mundial de Chile.

“Esta cita es una oportunidad increíble. Intento vivir el presente disfrutándolo, sin pensar en todas las presiones, aunque a veces sea casi imposible”, admitió.

Y detalló: “La experiencia en las Leoncitas es mágica. Trabajar a ese nivel y con las jugadoras que forman parte del equipo, ayuda a crecer. El descenso de Lomas (en el 2014) fue duro y triste. Esta temporada lo remontamos y volvimos a sentir lo que era ganar. Ascender es mi mayor felicidad en este semestre. Nos merecíamos eso por el esfuerzo”, analizó sobre lo hecho durante 2015.

Con un próspero futuro, Triñanes aseguró que su ambición es “llegar a las Leonas y vivir para entrenar”, mientras anhela participar de alguna Copa del Mundo o Juego Olímpico.

Pero no se olvida del barrio, y con él, de su amor por la camiseta amarilla, verde y roja. “Deseo profundamente ser campeona con Lomas Athletic, club al cual le debo lo que hoy soy como jugadora”, reconoció.

Así, si de objetivos se trata, los de esta joven jugadora sobran. “A corto plazo espero viajar al Panamericano y después al Mundial”, expresó.



A brazadas por el camino del éxito. Cada brazada y patada de crol de Sofía Fernández en la pileta del Club Atlético Adrogué reduce la brecha que la separa de su objetivo: los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Con esa finalidad, intercala sus estudios con las prácticas.

“Entreno todos los días, excepto los domingos. Los martes, jueves y sábados hago doble turno a pesar de ir al colegio. Son dos horas de trabajos en el agua y una de tareas físicas”, le indicó a Info Región.

Tras representar a Argentina en el torneo Chico Piscina de Moccoca (Brasil), uno de los certámenes más importantes a nivel sudamericano, la joven nadadora de 15 años cronometró 30 segundos con 50 centésimas en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) y se trasformó en el nuevo récord nacional femenino de los 50 metros estilo espalda en pileta larga de la categoría cadetes.

“Nunca pensé que llegaría a donde estoy. Mucho menos la marca obtenida. Me siento contenta por lo conseguido. El récord surgió porque una semana antes me preparé mucho para el campeonato brasileño, aunque no tenía ese objetivo”, advirtió Fernández y remarcó que su próxima meta “es bajar ese tiempo en el Argentino de mayores”.

En los pasillos y la pileta del club, sus compañeros la reconocen con carteles y fotos que ilustran su hazaña. Es que, para concretarla, Sofía entrena desde hace doce años ya que su primer contacto con la natación fue a sus tres abriles.

“Empecé por diversión en la escuelita y después fue tomando seriedad”, contó y agregó que el siguiente paso fue el preequipo y, luego, el primer equipo en el que asumió “responsabilidad”.

Sin conformarse y con muchas ilusiones, la joven asegura que su nueva meta es participar de los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizarán en Buenos Aires en 2018. “Voy a hacer todo lo posible y a practicar duro para clasificar. No estoy muy lejos en las pruebas en las que nado”, señaló.

“A futuro tengo el mismo sueño que todos los deportistas: llegar a los Juegos Olímpicos (de verano). Sería algo más que un anhelo, pero por mi corta edad apunto a los que se harán en el país y a los Sudamericanos”, indicó.



Del tatami de la región al Panamericano. En una temporada en la cual el judo del Club Atlético Lanús creció a pasos agigantados, se destacó la actuación de Valentina Narváez, quien en su primera experiencia internacional representando al seleccionado argentino se colgó la presea de bronce en el Panamericano Sub 13.

“La medalla me pone feliz y contenta. Es un paso adelante para ser una mejor judoca. Con once años es bastante, y ya lo era integrar el combinado nacional”, resaltó la pequeña, que se introdujo en este deporte tras acompañar a su padre, profesor en el Granate, a dar clases.

Mencionó que, al principio, ingresaba al tatami - cuadrilátero en el que se practica la disciplina- “para jugar”, hasta que logró “convencer” a su papá de sumarse a los entrenamientos, pese a que a él “no le gustaba la idea”.

Hoy su semana incluye tres jornadas de entrenamiento, las cuales se dividen en tareas técnicas, de gimnasio y combate, pero sin descuidar la escuela. “Soy abanderada. Se me complica con las faltas, pero vengo bien. El club es mi segunda casa”, sostuvo.

Con mucho para soñar, apunta que su próxima meta “es volver a formar parte del seleccionado argentino en 2016 y obtener otra medalla”. “Mi anhelo es ser como Paula Pareto -judoca argentina que se llevó la de plata en los últimos Panamericanos de Toronto-, que es campeona mundial (este año en el Mundial de Astaná, Kazajistán) y medallista olímpica (tercer puesto en la categoría de hasta 48 kilogramos en Pekín 2008), pero tengo en claro que será difícil”, expresó.



Un pumita que ruge. La temporada que se está consumando no será una más en su carrera, debido a que consiguió su ansiado estreno en la Primera de Pucará y formó parte del seleccionado nacional Sub 20, que terminó noveno en la Copa del Mundo de Italia.

Una fecha que quedará grabada en la memoria del pilar será el 18 de julio de 2015, ya que ese día, por la 7º fecha del Top 14, debutó en el Rojo en el triunfo 57-3 ante CASI. Sobre ese cotejo, Bartolini recordó el “apoyo de todos los jugadores previos al encuentro” y recalcó “el sentimiento que transmite representar la camiseta de la Primera”.

“El Mundial juvenil me dio mucho nivel de juego y roce a nivel internacional”, expresó, a la vez que sentenció: “Mis nuevas finalidades son continuar adentro del sistema de la UAR (Unión Argentina de Rugby) y mentalizarme en entrenar para arrancar bien la temporada con Pucará”.



Un pequeño gran luchador. Es una de las jóvenes promesas del taekwondo nacional y lo ratifica en cada temporada.

Bajo las órdenes de la instructora Aylen Romachuk, medalla de oro en los Panamericanos de Paraguay 2014, el pequeño taewondista se entrena en las instalaciones del Club Atlético Brown de Adrogué.

Hace cinco años, su primo y su tía lo llevaron a practicar la disciplina y, desde ese momento, no la abandonó, debido a que le atrajeron “las formas, las luchas y la defensa personal”.

Su compromiso con el deporte lo llevó a ser subcampeón panamericano en 2014.

Con preseas en su vitrina, como las doradas en formas y lucha del Bonaerense 2015, Astor tiene un enorme futuro y un claro objetivo para el siguiente año: rendir para convertirse en cinturón negro. Aseguró que sería una “felicidad enorme” alcanzar ese reconocimiento.



Sus historias hablan de esfuerzo y ganas de superarse, pero sobre todo de verdaderas promesas. Ninguno de ellos supera los veinte años y, a esa corta edad, son el futuro del deporte argentino y de la región, que ya se ha consagrado como semillero de grandes deportistas.