El impacto de la apertura a la importación de libros


La medida que oficializó la eliminación de la restricción para el ingreso de libros al país desde el exterior afectará especialmente a las librerías y editoriales. Para las primeras, si bien ven lo negativo para la industria nacional, admitieron que podrán tener los libros requeridos que antes no podían conseguir. A las editoriales independientes, en tanto, se les dificultará por la competencia que significa.

En diálogo con Info Región, Sofía Ferro, directora de la editorial SubSur de Almirante Brown, pidió “bajar el nivel de pánico”. “No creo que la gente salga corriendo a comprar libros extranjeros”, consideró, al tiempo que admitió que es “difícil” que un libro de una editorial independiente llegue a una librería por los porcentajes de ganancia.

“Si yo compito con libros internacionales que tienen un lugar más vistoso, claramente es algo perjudicial”, aseguró. Y afirmó: “Por esta razón muchas de las editoriales independiente nos manejamos por internet, vendiendo libros digitales y yendo a ferias para apuntar a ese público que quiere leer nuestras obras”.

Desde la editorial El Rucu, de Lomas de Zamora, coincidieron en el impacto negativo. “Para mí las grandes editoriales se favorecen porque al importar libremente van a poder imprimir en otros países donde las tasas son más baratas, por lo que el trabajo que está adentro del país, se va”, explicó Sofía a este medio.

“No digo que esté mal la importación en sí misma, pero si ponés la restricción de que los títulos se tengan que encuadernar acá, generás puestos de trabajo en el país”, aclaró Sonia “Lo complejo va a estar en saber lo que pasa con el público y su decisión de comprar: si es vidriera o algo nuevo que a su vez contribuye alguien que está trabajando de manera independiente”, advirtió.

Librerías y el apoyo a las editoriales nacionales. DesdeTupac Amaru, local ubicado en 9 de Julio 1132, en Lanús, aseguraron que la media beneficiará “si sólo se trae lo que no se edita ni se puede editar acá”. “Si se abre libremente va a perjudicar el país”, señalaron desde la librería y aclararon: “Algunas cosas se editan acá y da trabajo. Si fuera algo selectivo estaría excelente, pero si es total lo poquito que se había logrado se perderá”.

Desde El Aleph, librería de Lomas de Zamora ubicada en Laprida 205, explicaron: “Por un lado favorece porque va haber una variación de ediciones, pero por otro lado, para las editoriales nacionales pequeñas que crecieron en los últimos diez años, se van a ver perjudicadas”.

Libros que no se conseguían. Si bien la normativa generó controversias, desde las librerías admitieron que durante el tiempo que duró la restricción a la importación se les dificultó la venta de libros específicos. “Un montón de libros nos piden que no tenemos. Sobre todo muchos que se editan en España y que quizá acá, son los últimos en editarse”, dijeron desde El Atril.

Por el lado de Tupac Amaru, manifestaron que los libros técnicos, de moda, de ingeniería y de diseño son los más difícil de conseguir ya que no son editados en Argentina. “Es un problemón para el profesional porque tiene que pagar más o pedírselo a alguien que se lo traiga del exterior”, explicaron. Desde El Aleph contaron que “más que libros, son ediciones, ya que mucha gente prefiere una traducción de afuera que es mejor. Encima, en Argentina somos los últimos en tener esa edición”.

La medida. La eliminación de restricciones para el ingreso de libros del exterior quedó oficializada mediante la publicación de la Resolución 1/2016 de la Secretaría de Comercio, en el BoletínOficial. La normativa exime a los libros de los controles establecidos en la Resolución 453/2010 para fabricantes nacionales, importadores, distribuidores y comercializadores de tintas, lacas y barnices

"Se busca incrementar la diversidad bibliográfica y favorecer la libertad de elección de lectores argentinos y facilitar el intercambio de la industria editorial local con los mercados internacionales", señalaron los ministros de Cultura Pablo Avelluto, y Producción, Francisco Cabrera. "La restricción era parte de las consecuencias del cepo cambiario y se buscaba evitar la fuga de divisas impidiendo el ingreso de libros y materiales culturales al país", apuntaron.

Asimismo, justificaron que la medida "pone fin a una política de restricción que desde su aplicación en 2010 limitó el ingreso de libros importados y provocó que en los últimos años los costos de producción locales volvieran menos competitiva a nuestra industria, a la vez que desalentó la exportación de libros al exterior".

Cabrera sostuvo que “la restricción además de aislarnos hizo caer a la industria editorial. El libro tiene un enorme valor cultural, pero además genera miles de empleos calificados que queremos promover: autores, editores, correctores, ilustradores y diseñadores argentinos, entre otros. Queremos que desarrollen su talento, en comunicación con el mundo”.

Ambos ministros anunciaron también que trabajarán "junto al sector para promover a la industria editorial dentro de las industrias culturales donde la Argentina tiene mucho para aportar, en especial al mundo de habla hispana. Se trabajará en líneas de crédito, capacitación y promoción de exportaciones desde distintas áreas de ambos ministerios".

Ariel Martino