En Auschwitz, el Papa pidió "perdón por tanta crueldad"


A las 09.15 locales (04.15 de Argentina), el Papa Francisco visitó durante casi una hora el campo de exterminio nazi de Auschwitz y, tras saludar a once sobrevivientes del lugar, pidió "perdón por tanta crueldad". Fue luego de caminar en soledad y sentarse, con los ojos cerrados, durante diez minutos en uno de los bancos del lugar.



"Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta crueldad", escribió Francisco en el libro de visitas del campo ubicado a unos 66 kilómetros de Cracovia, donde llegó el miércoles para una visita de cinco días a Polonia y para participar en la XXXI Jornada Mundial de la Juventud.



Antes de firmar el libro, encendió una vela frente al "muro de la muerte". Luego rezó cinco minutos en soledad en la celda del santo polaco Maximiliano Kobe, asesinado en 1941 a los 47 años al ofrecerse a ser ejecutado en lugar de otro prisionero que tenía esposa e hijas.

Antes de entrar al "Bloque 11" del campo de exterminio, donde se recluían a los prisioneros para castigos y donde también se hicieron las primeras pruebas con el gas Zyklon B, Francisco saludó y besó, uno por uno, a Helena Dunicz Niwinska, (Viena, 1915), prisionera número 64118 en el campo; Alojzy Fros, (1916, Rybnik), prisionero número 136223; Janina Iwanska (1916, Varsovia), prisionera 85595 y Wac?aw Dlugoborski (Varsovia, 1926), prisionero 138871.

También saludó a Zbigniew Kaczkowski (Cracovia, 1921), prisionero 125727; Stefan Lesiak (1927, Pi?czów), prisionero 197204; Valentina Nikodem (Lodz, 1922), prisionera 8737; Marian Majerowicz (1926, Myszkow), número 157715; Eva Umlauf (74 años), número A-26959; Naftali Fürst (1932, Bratislava), prisionero B-14026; y Peter Rauch (Muniche, 1939), prisionero Z-3531.

Cincuenta minutos después de su entrada, también en soledad, Francisco volvió a pasar por debajo del tristemente célebre letrero "Arbeit Macht Frei" ("El trabajo libera") y visitó el campo de Auschwitz II, o Birkneau, a tres kilómetros del principal.

Fue la tercera visita de un Papa a Auschwitz, tras la de Juan Pablo II el 7 de junio de 1979 y la de Benedicto XVI el 28 de mayo de 2006.