El Senado brasileño lo aprobó por 61 votos a favor y 20 en contra la destitución de Dilma Rousseff. Así, Michel Temer continuará como presidente hasta 2018.
Rousseff fue hallada culpable de haber firmado tres decretos para anticiparle dinero del presupuesto a la Policía Federal, la justicia laboral y el Ministerio de Educación, y de usar dinero de los bancos públicos para subsidiar el plan agrícola Zafra 2015.
Dilma Rousseff se expresó tras la sesión y aseguró: “El Senado tomó una decisión que entra en la historia de las grandes injusticias. Senadores que votaron por el juicio político eligieron desgarrar la Constitución Federal”.
El texto difundido por la dirigente advierte que “condenaron a un inocente y consumaron un golpe parlamentario”, al tiempo que señala: “Se apropian del poder mediante un golpe de Estado”.
“Pero el golpe no se acaba de cometer contra mí y mi partido. Este fue sólo el comienzo. El golpe golpeará indistintamente cualquier organización política progresista y democrática. El golpe está en contra de los movimientos sociales y sindicales, y contra los que luchan por los derechos de todos: el derecho al trabajo y la protección de las leyes laborales; derecho a una jubilación justa; derecho a la vivienda y a la tierra; derecho a la educación, la salud y la cultura; derecho a la juventud de protagonizar su historia; derechos de los negros , los indígenas, la población LGBT, mujeres; derecho a hablar sin ser reprimido”, advierte a renglón seguido.
Pidió “no renunciar a la lucha”. “Se creen que nos ganaron, pero están equivocados. Sé que todo el mundo va a luchar. Habrá más firme oposición contra ellos, incansable y llena de energía”, explicó, y advierte: “Estaremos de vuelta”.
Repercusiones. El Gobierno nacional expresó que "respeta el proceso institucional" desarrollado en Brasil a la vez que "reafirma su voluntad de continuar por el camino de una real integración en el marco del respeto absoluto por las instituciones democráticas".
"Ante los sucesos registrados el día de hoy (por ayer) en Brasil, el Gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional verificado en el hermano país y reafirma su voluntad de continuar por el camino de una real integración en el marco del absoluto respeto por los derechos humanos, las instituciones democráticas y el derecho internacional", expresó la Cancillería a través de un comunicado oficial.
Ecuador, Bolivia y Venezuela se expresaron contra lo que definieron, al igual que Dilma, como “golpe parlamentario”.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que su país retirará al embajador en Brasil, tras la destitución de Dilma Rousseff. “Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña”, aseguró Evo Morales, presidente de Bolivia, a través de su cuenta de Twitter.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en tanto, señaló: “Toda la Solidaridad con Dilma y el Pueblo de Brasil, condenamos el Golpe Oligárquico de la derecha”, y aclaró que “quién lucha, vence”.
MDA de la Redacción de Info Región
Dilma Rousseff fue destituida y Michel Temer es el presidente de Brasil
