El titular de la CTA, Hugo Yasky, fue crítico con los reclamos que llevó el triunvirato que encabeza la CGT a la reunión con el Gobierno, el jueves pasado. En esa línea, consideró que el bono de fin de año “es un paquete de humo” que le permite al Gobierno “generar expectativa de una respuesta positiva sobre temas que no resuelven los problemas de los trabajadores”.
“Se puso la vara tan baja, que se habla de temas que no son reales ni urgentes para los trabajadores, como sí lo son reapertura de paritarias, despidos, tarifazos y el aumento de los precios. Ninguno de esos temas está en la discusión”, cuestionó.
Y, en diálogo con este medio, reprochó a un sector de la CGT por “soltarle la mano a las demandas de los trabajadores”. “Con estos reclamos, el Gobierno está generando expectativa en torno a una serie de medidas que son un paquete de humo. Porque el bono de fin de año es un anuncio en estado gaseoso, que no va a existir para los que trabajan en las provincias y, en el caso del sector privado va a depender de lo que cada grupo empresario resuelva. De manera que cuando uno quiere dimensionar qué significa el bono de fin de año, se queda con las manos vacías”, fustigó.
En ese marco, reiteró que “lo que corresponde es ir al paro nacional”. “Los dirigentes que dentro de la CGT estén dispuestos a seguir otorgándole tiempo al Gobierno para que siga adelante con el ajuste tendrán que hacerse cargo de que decidieron, para favorecer los tiempos del Gobierno, soltarle la mano a las demandas de los trabajadores”, disparó.
Al advertir la existencia de una división interna dentro de la CGT, “entre quienes quieren darle tiempo al Gobierno y quienes no”, no descartó la posibilidad de llegar a una medida de fuerza nacional este mes junto a sectores más afines a la idea de parar.
“Hay una parte que decididamente está fogoneando el paro. Hay muchos dirigentes dentro de la CGT y de las regionales del interior de esa central que no ven con buenos ojos que queden desairadas sus bases anunciándoles que hay una tregua hasta el año que viene para que el Gobierno siga haciendo el ajuste”, refirió en referencia a las apreciaciones realizadas a los medios por Héctor Daer tras la reunión.
Cifras de pobreza del INDEC. Respecto de los datos anunciados por el organismo oficial hace una semana, Yasky cuestionó que el Gobierno se ufane de brindar los datos y no advierta “la cantidad de pobres que se sumaron” desde diciembre a esta parte.
“Pretenden que juzguemos su accionar a partir de este anuncio y no a partir de la asunción y la adopción del plan de ajuste que, con devaluación, tarifazo, caída salarial y fuga de capitales, condicionó toda la economía y generó casi un millón cuatrocientos mil pobres nuevos, tal cual lo señala el Observatorio de la UCA”, fustigó.
Al tiempo que criticó el hecho de que se quiera “hacer borrón y cuenta nueva”. “Los que criticaban la distorsión de estadísticas del INDEC en la época del kirchnerismo ahora salen, después de un apagón estadístico de varios meses, con un índice de pobreza que está hecho a la medida de lo que el Gobierno pretende decir, que es que la misma sea considerada a partir de ahora y no a partir de su asunción en diciembre”, apuntó.
Cintia Vespasiani
Para Yasky, un sector de la CGT “le soltó la mano” a los trabajadores
