Donald Trump es el presidente electo de Estados Unidos


La elección presidencial deja a la mayor economía del planeta ante una profunda división política, y al resto de la comunidad internacional en alerta debido a las preocupaciones y la incertidumbre que despertaron las propuestas de Trump, centradas en un discurso anti globalización y por momentos xenófobo.

En su discurso de victoria y en un claro intento por sanar esas heridas internas, Trump prometió gobernar para todos los norteamericanos y señaló que recibió un llamado de Clinton, a quien elogió, para felicitarlo por su triunfo.

"Es tiempo de que nos reconciliemos como un solo pueblo unido", expresó ante cientos de fervorosos seguidores en un hotel de Nueva York.

"Acabo de recibir una llamada de la secretaria Clinton. Nos felicitó por nuestra victoria, y yo la felicité a ella y su familia por esta campaña muy duramente peleada", prosiguió.

"Hillary ha trabajado durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo por un largo período de tiempo, y tenemos con ella una gran deuda de aprecio por nuestro país", añadió.

El mandatario electo, además, prometió gobernar para todos los ciudadanos de su país, para los que lo votaron y también para los que no lo hicieron.

"Trabajando juntos, empezaremos la tarea urgente de reconstruir nuestra nación", dijo, antes de señalar que "cada hombre y mujer estadounidense tendrá la capacidad de realizar su potencial".

Escrutinio. Contra todos los pronósticos, Trump, de 70 años, se impuso en los decisivos estados de Florida, Ohio y Carolina del Norte, una notable demostración de fuerza en una reñida carrera por la Casa Blanca.

También triunfó en estados industriales del norte y noreste de Estados Unidos, como Wisconsin, que habían acompañado al Partido Demócrata de Clinton y Obama en las elecciones presidenciales de las últimas tres décadas.

El republicano ganó también en Iowa, un estado industrial del Medio Oeste que había votado por los demócratas en seis de las últimas siete elecciones presidenciales y que Obama había ganado las dos veces que se postuló. También triunfó en Pensilvania, donde un republicano no se imponía desde 1988.

El escrutinio se extendió entrada la madrugada, hasta que finalmente Trump superó los 270 votos electores necesarios para consagrarse presidente, según el sistema de elección indirecta de Estados Unidos.

Cuando aún faltaba completarse el escrutinio en algunos estados, Trump sumaba al menos 288 electores, contra al menos 215 de Clinton.

Trump gobernará con un Congreso bajo control total de los republicanos. El camino de los demócratas hacia la reconquista del Senado se volvió virtualmente imposible luego de que los republicanos mantuvieran las cruciales bancas en juego en Carolina del Norte, Indiana y Florida.

El partido de Trump también amplió su mayoría en la Cámara de Representantes, que es la más amplia desde 1928.

Repercusiones. Más temprano, la certeza de que una victoria de Trump era inevitable causó un desplome de los mercados en Asia y de los futuros del Dow Jones, reflejando el temor y pesimismo de los inversores ante lo que la presencia del republicano en la Casa Blanca podría implicar para la economía y el comercio global.