Joven denunció haber sido golpeado por patovicas en Ezeiza


Un joven denunció haber sido golpeado por patovicas en Ezeiza. Se trata de Alan González, quien había ido a bailar con amigos el 23 de marzo y –según dijo- fue salvajemente atacado por dos miembros del staff de seguridad del local “El Muelle” a dos cuadras el lugar.

Alan tiene 16 años y acudió el 23 del mes pasado al local ubicado en la calle Jorge Newberry al 600, en la localidad de Ezeiza. Según aseguró, estaba esperando a una amiga junto a los baños, cuando un patovica, sin razón alguna, lo tomó por la fuerza para retirarlo del lugar. En un intento de defensa y sin entender lo que estaba sucediendo, el joven lo golpeó, lo que sató un “ataque de ira”.

“Los otros vigilantes se dieron cuenta de la pelea que se estaba llevando a cabo, que Alan se resistía, tenía fuerzas para pelear y enseguida se metieron”, comentó Claudia Isabel Caparra, madre del joven, en diálogo con Info Región. “Mi hijo comentó que un auto bordó se asomó de la nada, y lo subieron por la fuerza. Lo llevaron a la vuelta del boliche para golpearlo, nadie sabe de quién era ese vehículo”, agregó.

Luego de poder escapar de los ataques, Alan fue interceptado por los agresores en la puerta de El Muelle, siempre según los dichos del joven. Allí lo esperaban sus amigos, quienes desconocían lo que había ocurrido.

En un intento por defender al joven, un padre y uno de sus amigos intentaron ayudarlo y fueron atacados. Según denunciaron, los patovicas los golpearon con “cachiporras y palos”. Claudia aseguró que “estas personas no quisieron inmovilizarlo. Los golpes fueron premeditados y con mala intención. Lo agredieron en lugares que sabían que dejaban secuelas”.

A partir de la agresión, el joven sufrió un hematoma en la cabeza, derrames en ambos ojos, cortes en la espalda -a la altura de los riñones-, lastimaduras en diversas partes de su rostro y la pérdida de varios dientes.

Alan fue llevado de urgencia al hospital Luisa Cravenna de Gandulfo el domingo por la madrugada. Allí permaneció hasta el lunes, donde fue trasladado al hospital Boedo. El martes 26 de marzo, pudo volver a su casa de Parque Barón.

Aún continúan los estudios médicos sobre el hematoma del joven que, en caso de no haber una evolución positiva, derivará en una operación. Además, aún espera saber si podrá recuperar la vista en uno de sus ojos.

Según indicaron, familiares dialogaron con el propietario de la discoteca, quien “se dispuso a buscar a los responsables del ataque”. “Aún no se han podido identificar a los patovicas que agredieron a Alan y a sus compañeros”, explicaron familiares del joven.

“Pudieron haberle causado la muerte, pudieron haberle causado un derrame cerebral, dejarlo en coma. Tengo que agradecer a Dios que mi hijo está vivo y se está recuperando. Sus amigos lo apoyan, lo acompañan y están tomando conciencia de lo que puede ocurrir a la salida de los boliches. De todas formas, no es justificable este tipo de brutalidad hacia un chico”, sostuvo Claudia, angustiada por lo ocurrido.